Bohigas para siempre
La ETSAB da el nombre del arquitecto a su biblioteca
Oriol Bohigas ha quedado vinculado nominalmente, y para siempre, a la Escola Tècnica Superior d‘Arquitectura de Barcelona (ETSAB), de la que fue director entre 1977 y 1980. Ayer se celebró el acto de entrega de 4.000 libros de su propiedad a la biblioteca de esta institución académica, que en adelante llevará el nombre de Oriol Bohigas.
El arquitecto e ideólogo de la transformación olímpica de Barcelona quedará de este modo indisolublemente asociado a la escuela en la que estudió y enseñó, y que en su madurez contribuyó a renovar de modo decisivo, con nuevos profesores y métodos educativos. Con 70.000 volúmenes, 160 puntos de lectura y un cuarto de millón de visitas anuales, este centro es uno de los más dinámicos de la Universitat Politècnia de Catalunya.
Sentado en una silla de ruedas, rodeado por su compañera, Bet Galí, y por todos sus hijos, sonriendo ocasionalmente, Bohigas recibió el homenaje universitario y también el de sus colegas de profesión, que acudieron en gran número a rendirle tributo.
Jordi Ros, actual director de la ETSAB, abrió el acto, rememorando la historia de la biblioteca de la escuela, que se ubicó en sus primero años en la Llotja, pasó después a la plaza Universitat y se trasladó finalmente a la escuela de la Diagonal. Dijo que, en adelante, este centro será la prueba tangible de la relación del arquitecto con su universidad.
Sucedió a Ros en el atril el arquitecto Rafael Moneo, que en su articulada exposición rememoró su medio siglo largo de relación personal con Bohigas, le definió como un carácter socrático que “a través de la polémica arranca lo que de positivo tiene cada situación” y enumeró sus virtudes. Al decir de Moneo, estas son la inteligencia, que se expresa en su vocación de conocimiento y en la claridad de su exposición; la fortaleza, que se traduce en capacidad de trabajo; la lealtad, tanto a los amigos como al país y la sociedad en general, y la capacidad de liderazgo, asumida tanto por él mismo como por los demás. “La Generalitat hubiera estado muy bien en sus manos –apostilló Moneo, aludiendo a las muchas capacidades del homenajeado–, pero Oriol ha tenido también una vida personal muy intensa que le ha distraído de obligaciones más altas”.
El arquitecto Pere Joan Ravetllat evocó a continuación el paso de Bohigas por la ETSAB, su labor como renovador de esta y su concepto de la cátedra como un lugar de encuentro. Y Eduardo Mangada, que desarrolló en Madrid funciones municipales paralelas a las de Bohigas en Barcelona, le glosó como uno de esos grandes intelectuales que, por decirlo en palabras de Noam Chomsky, aspiran más a ser agentes morales que siervos del poder. El escritor Jordi Coca, por último, hizo una viva descripción de Bohigas como alguien dispuesto a cuestionarlo todo, y concluyó definiéndole así: “Un gigante”.