El padre de Lobezno y los X-Men en la factoría Marvel
RAMON ROSANAS HA COSECHADO EL ÉXITO EN ESTADOS UNIDOS CON SUS CREACIONES EN COLECCIONES DE CÓMIC COMO ‘ANT MAN’ O ‘DEADPOOL’
Ahora trabaja en dos colecciones en las que se entremezclan dos generaciones de personajes Marvel
Sólo los elegidos tienen acceso al Olimpo del cómic, la fábrica de sueños de la factoría Marvel en Estados Unidos. Ramon Rosanas, es uno de ellos. Allí ha triunfado con sus dibujos en historias como Deadpool o Ant Man, el hombre hormiga que llegó a situarse entre los diez más vendidos en el mercado americano. En la actualidad trabaja en lo que asegura “será un bombazo”, una nueva colección de diez episodios de Lobezno y seis series de cómics de los X-Men. En ambas creaciones singulares “interactúan dos generaciones del mismo personaje”.
Rosanas trabaja en casa, en familia. Su mujer, Lola Moreno, es su “gran apoyo logístico” y guionista de varios proyectos “que algún día saldrán del cajón” y que ambos definen como “diferentes”, la palabra más utilizada para referirse a sus diseños exclusivos. Sus hijas, de 8 y 12 años, son las críticas más feroces del dibujante que asegura “hay que hacerles caso” ya que funcionamos como una empresa “en la que te piden subir un poco más el nivel”, ironiza. Nacido en Badalona hace 51 años, lleva 32 dedicado a su otra pasión, el dibujo. Trabaja entre 12 y 14 horas diarias “muchas veces sin parar a comer”. Empezó a dibujar en la editorial El Víbora, de donde dio el salto a Cimoc, lugar en el que cuajó la primera relación con Marvel, en la extinta filial del Reino Unido.
Al ser requerido por sus ídolos, no titubea. “Uderzo, el dibujante de Astérix, por culpa del cual me dedico a esto”. Del francés asegura que es “genial en anatomía y planos”. También guarda admiración hacia Alex Raymond, autor de Flash Gordon, el caricaturista colombiano Alfredo Samper y Quino, autor de la inefable Mafalda.
De su obra se siente especialmente orgulloso de “aquellos dibujos en los que cada vez que los miro descubro cosas nuevas” como la serie WW 2.2 de la editorial francesa Dargaud de la Segunda Guerra Mundial, donde cuenta la historia del francotirador ruso Vassili Zaïtzev, que inspira la película Enemigo a las puertas. Aunque con los que ha alcanzado mayor notoriedad ha sido con AntMan, el hombre hormiga, en el que recupera personajes casi olvidados de Marvel para relanzar la película. Un personaje secundario de Los Vengadores, cuya colección fue un superventas en Estados Unidos. Pero sin duda, su gran éxito lo consiguió en el 2014 con Night of the Living Deadpool, la historia de un mercenario ambientada entre zombies “con la que me lo pasé muy bien” confiesa.
Ramon Ronsanas no repudia las nuevas tecnologías, pero sigue dibujando a mano “primero a lápiz y después entintando” ya que mantiene que “el trazo en la tableta es muy distinto”, pero acaba por rendirse a la evidencia y reconoce un gran avance “haber acabado con el tippex y los borrones”. En la mayoría de los encargos le gusta colorear los dibujos, aunque últimamente, con el exceso de trabajo en Marvel, se ve obligado a pasar los acabados a dos coloristas de la empresa.
No duda, Marvel es la mejor empresa para la que ha trabajado. “No te encorsetan como los japoneses” con los que intentó una colaboración que no fructificó con la editorial Kodansha. “Marvel es la editorial que más libertad me ha dado” hasta el punto que “a veces me piden que haga el personaje a mi manera”.
Su talento le permitió sortear la crisis del cómic en el 2013, cuando elaboró proyectos de ilustración publicitaria para marcas como Coca-Cola, Movistar, El Corte Inglés o Páginas Amarillas, alternado con ilustraciones para libros de texto. También trabajó para varios suplementos de La Vanguardia y otros periódicos, trabajos que alternaba con ilustraciones en revistas.
De sus proyectos de futuro, escoge uno, el último y del que dice sentirse especialmente orgulloso. “Es un trabajo publicitario que en una semana se podrá ver”. Se trata de un trabajo para Repsol que “ha sido un reto maravilloso y una oportunidad única a nivel personal”.