Como andar por la sombra
Los Reyes han viajado esta semana a Canarias en lo que también ha sido un test para medir cómo van sus índices de popularidad. Acertadamente, la Zarzuela diseñó un programa de actos en el que se primó lo social sobre lo institucional y el contacto con la ciudadanía por encima de los representantes políticos. Aunque parece que la estrategia de la Casa del Rey, en estos tiempos de enfrentamientos y redefinición políticos, pasa por hacer el menor ruido posible y casi, casi se busca la sombra, y sobre todo no molestar, lo cierto es que cuando las reales personas se acercan a la gente corriente no solo logran el aplauso momentáneo, sino que ponen la simiente de un futuro bloque de apoyo por si llegado el caso se necesitara.
Su presencia en las instalaciones que la Cruz Roja destina a su programa de ayuda y acogida a inmigrantes; en un concierto de niños y jóvenes en riesgo de exclusión social que forman parte de la iniciativa Barrios Orquestados; y con los responsables del programa Barrios por el Empleo, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, son de una oportunidad incuestionable y la mejor manera de dejar claro que si la Corona sigue en ese camino poco eco tendrá la demagogia y las críticas de algunas formaciones políticas.