Merkel vincula el fin de las sanciones a que Rusia cumpla con Ucrania
Tensión en el primer encuentro con Putin tras la anexión de Crimea
Enfrentados por la anexión de Crimea y la crisis de Ucrania, los países occidentales han intentado desde hace tres años aislar a Rusia con sanciones. Pero ya ha pasado bastante tiempo, Moscú sigue en sus trece y la Unión Europea y Estados Unidos continúan necesitando al Kremlin para resolver problemas y conflictos globales. Así que ahora la estrategia es mantener los canales abiertos con Moscú, aunque en cada acercamiento se subrayen las diferencias. Ayer le tocó el turno a la canciller alemana, Angela Merkel, que se reunió con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la ciudad de vacaciones de Sochi, en el mar Negro. La mandataria alemana le aseguró que las sanciones seguirán en vigor mientras Rusia no cumpla sus obligaciones con Ucrania.
Es la primera vez que Merkel viaja a Rusia para un encuentro bilateral desde que en el 2014 Rusia se anexionó Crimea en una maniobra condenada no sólo por Ucrania, sino por la comunidad occidental. La visita se produjo una semana después de que se trasladara a Moscú la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini. También fue la primera visita de Mogherini desde que comenzó esta crisis.
Alemania, además, ejerce este semestre la presidencia rotatoria del G-20 y Merkel está manteniendo reuniones con líderes de destacados países miembros para preparar la cumbre de Hamburgo. En esa cumbre, en julio, puede producirse, además, el primer encuentro cara a cara entre Putin y el presidente de EE.UU., Donald Trump.
En una rueda de prensa posterior a la entrevista de ayer, Putin y Merkel subrayaron con su tensa presencia y sus palabras sus divergencias sobre Siria, Ucrania o los derechos civiles en Rusia, así como sobre las acusaciones de que Moscú está interfiriendo en las elecciones de otros países. “Aunque haya graves diferencias, hay que seguir, porque de lo contrario caeríamos en el silencio y habría cada vez menos comprensión”, defendió Merkel.
Sobre el conflicto armado en el este de Ucrania, que ha causado 9.940 muertos, Putin y Merkel afirmaron que están de acuerdo en la necesidad de que se cumplan los pactos de Minsk (Bielorrusia), unos acuerdos apadrinados por Alemania y Francia y hoy atascados. Putin culpó al Gobierno ucraniano de forzar a los separatistas de Donetsk y Luhansk a alejarse, algo con lo que no está de acuerdo Merkel, quien subrayó que el Gobierno de Kíev es totalmente democrático. Putin dijo que el conflicto “es resultado de un golpe de Estado en Kíev”, refiriéndose a la revolución prooccidental del Maidán.
La canciller alemana dijo que las sanciones de la UE sobre Rusia tendrán que seguir, debido a la falta de progresos en la resolución del conflicto. Y respaldó al Gobierno de Kíev, que quiere recuperar el control de la frontera con Rusia antes de iniciar el proceso político, algo en lo que Moscú no está de acuerdo. Merkel aseguró que para que haya progreso es necesario que el alto el fuego en el este de Ucrania funcione, y pidió a Putin que haga todo lo posible para que sea real y no como ahora, que no se cumple.
“Al ser uno de los garantes de los acuerdos de Minsk, ella no puede permitirse que fracasen, porque eso significaría un fracaso en la política exterior alemana hacia el este de Europa”, señaló ayer en el portal Gazeta.ru el politólogo alemán Alexander Rohr.
Preguntada si temía que Rusia interfiera en las elecciones parlamentarias alemanas, diseminando noticias falsas, Merkel dijo que Alemania tomaría “medidas decisivas” en ese caso. Putin, por su parte, rechazó que Rusia interfiriera el año pasado en las presidenciales de EE.UU. y que esté planeando hacer eso mismo en Europa. Aseguró que fueron “simplemente rumores” utilizados en la lucha partidista durante la campaña estadounidense.