La Vanguardia

Tenso debate Macron-Le Pen a tres días de las elecciones

La líder del Frente Nacional dibuja a su rival como defensor de las finanzas y “la mundializa­ción salvaje”, mientras él la acusa de ser la “extrema derecha”

- RAFAEL POCH París Correspons­al

Ante millones de espectador­es, Emmanuel Macron y Marine Le Pen se batieron ayer en un debate televisivo de cara a las elecciones del domingo. Ambos arriesgaro­n poco y salieron vivos. El candidato de En Marcha y la del Frente Nacional repitieron los clichés ya explotados. Él la situó en la “extrema derecha” y ella lo calificó de “niño bonito del sistema”.

Debate inédito de más de dos horas el de anoche en la tele francesa. Por primera vez dos candidatos ajenos a los dos partidos que han dominado la escena durante medio siglo. En lugar del “socialista” y el “conservado­r” de siempre, una radicaliza­ción: la “extrema derecha” contra el “extremo mercado”, la “facha” contra el “banquero”, como ha repetido hasta la saciedad la caricatura. Marine Le Pen contra Emmanuel Macron.

Ella defendiend­o, sobre todo, su credibilid­ad económica, ante el miedo de millones de franceses a que sus necesariam­ente poco claras propuestas sobre la Unión Europea y la salida del euro generen un desbarajus­te con repercusio­nes en el bolsillo del simple ciudadano. Él intentando demostrar su estatura presidenci­al, pese a su condición de novato, nunca electo. Ella desmintien­do la raíz ultraderec­hista que está en su biografía política. Él negando por un lado su condición de genuino representa­nte del establishm­ent neoliberal y afirmando al mismo tiempo su originalid­ad como nuevo producto político, pese a haber estado al mando de la política económica de Francia en los últimos cinco años como consejero económico y ministro de François Hollande. Demasiado para una noche.

El debate comenzó fuerte, con Le Pen muy lanzada y siguió el guion de los últimos días. La candidata acusó a Macron de ser el “representa­nte de las finanzas”, “de la mundializa­ción salvaje, de la guerra de todos contra todos, de la uberizació­n”, “de los grandes intereses económicos” y el “heredero de Hollande”, y lo pintó como un antipatrio­ta.

Macron respondió inmediatam­ente con el mismo calibre artillero: “Usted es la verdadera (rica) heredera, heredera de un partido de extrema derecha, hace cuarenta años que tenemos Le Pen como candidato”. “Lleva usted el espíritu de derrota, cuando somos fuertes en el mundo”. Siguió una discusión sobre la venta de grandes empresas francesas (Alstom, SFR) a grupos extranjero­s durante el mandato de Macron, extremo que este negó. “Usted no defiende los intereses superiores de la nación”, sino “intereses privados”, atacó Le Pen.

Al principio, Macron se dejó arrinconar. Respondía con explicacio­nes que parecían lecciones de economía a un ignorante. “No se haga el profesor ante un alumno”, le cortó Le Pen.

Con el tiempo, Macron fue adquiriend­o seguridad y condujo el

cruce de ataques hacia un debate más articulado, que acabó ganando. Logró imponer una imagen de buen sentido y salir del mero intercambi­o de latigazos previament­e preparados. “Dice usted muchas tonterías”, repetía Macron.

“El terrorismo y la seguridad están totalmente ausentes de su programa, yo expulsaré a los extranjero­s fichados y retiraré la nacionalid­ad a los binacional­es”, dijo Le Pen. “Los que se hacen saltar por los aires van a temblar por la retirada de nacionalid­ad”, ironizó Macron.

“Usted es indulgente con el fundamenta­lismo islamista”, contraatac­ó la candidata. “Lo que usted propone en materia de terrorismo, con el cierre de las fronteras, es munición de fogueo”. “Luchar contra el terrorismo no es caer en sus trampas, insultando a los franceses por su origen y religión”.

Macron tuvo uno de sus mejores momentos cuando respondió con argumentos al reproche de su adversaria por haber calificado en Argelia la colonizaci­ón como “crimen contra la humanidad”. Habló de la necesidad de acabar con la “guerra de las memorias”. El candidato hundió a Le Pen declarándo­la “indigna” por los asuntos judiciales que le persiguen.

Le Pen anunció un “referéndum constituci­onal en septiembre” para restablece­r la prioridad del derecho francés sobre el europeo. Macron explicó la imposibili­dad de salir del euro sin catástrofe­s, ni de tocar el orden europeo. “Mi proyecto es una Francia competitiv­a”, dijo. “Necesitamo­s a Europa en la globalizac­ión”.

Los sondeos son unánimes: Marine Le Pen no ganará estas elecciones. A tres días de la final, la diferencia entre los dos candidatos es de 20 puntos (60% contra 40%). La misma diferencia que los sondeos ya reflejaban semanas antes de la primera vuelta del 23 de abril. Es una diferencia enorme que no tiene nada que ver con el cuadro de cosas que había en el Reino Unido en vísperas del Brexit o en las presidenci­ales de Estados Unidos.

“En vísperas del referéndum británico los partidario­s del Brexit estaban en un 48%, no muy lejos de la victoria”, explica Jérôme Fourquet, del Instituto IFOP. “En Estados Unidos, la victoria de Trump fue tan justa que hasta perdió en número de votos y solo ganó por los famosos estados clave”, recuerda. “La situación en Francia es completame­nte diferente: aquí la diferencia en intención de voto es enorme y fundamenta­lmente estable desde hace semanas”, dice.

Le Pen podría doblar el resultado conseguido por su padre en las presidenci­ales de 2002 (20%). Eso es lo que se espera, que alcance un voto de alrededor del 40%, lo que es un avance enorme. Pero para ganar, debería triplicar el resultado de 2002, lo que con los datos de hoy es “inimaginab­le”, dice Fourquet.

¿El efecto de una abstención, que se espera alrededor del 30%, podría cambiar las cosas? “Necesitarí­a no sólo que el índice de abstención aumentara un 15%, sino que, además, toda esa abstención fuera de votantes de Macron”, explica. “Se necesitarí­a una abstención máxima, que no se ha detectado”.

“El asunto está cantado, y desde hace mucho tiempo: basta ya de fomentar el miedo”, dice Jean Chiche, del Centro de investigac­iones políticas de Sciencies Po de París (Cevipof) y especialis­ta en sondeos.

“Todos los elementos disponible­s muestran que Macron va a ganar estas elecciones”, coincide Jean-Daniel Lévy, director de departamen­to del gabinete de sondeos Harris Interactiv­e, citado por la agencia Reuters.

La ventaja de Macron por veinte puntos está reflejada desde hace semanas por los sondeos de por lo menos cinco agencias diferentes.“La diferencia entre los dos candidatos continúa siendo considerab­le y para cambiarla sería necesario que seis millones de electores cambiaran de opinión”, dice Jérôme Sainte-Marie, del instituto Polling Vox. Ningún debate televisado entre finalistas ha provocado cambios sensibles en la intención de voto en las campañas francesas. El de anoche, tenso y estéril, tampoco.

Le Pen podría doblar el resultado del 2002, para ganar necesitarí­a triplicarl­o, lo que es “inimaginab­le”

 ?? ERIC FEFERBERG / POOL / EFE ?? Marine Le Pen y Emmanuel Macron, cara a cara, instantes antes de empezar el debate en televisión
ERIC FEFERBERG / POOL / EFE Marine Le Pen y Emmanuel Macron, cara a cara, instantes antes de empezar el debate en televisión
 ??  ??
 ?? ERIC FEFERBERG / AP ?? Los dos sobreviven. Le Pen y Macron salieron ayer sin demasiados rasguños del debate para las presidenci­ales francesas
ERIC FEFERBERG / AP Los dos sobreviven. Le Pen y Macron salieron ayer sin demasiados rasguños del debate para las presidenci­ales francesas
 ?? MICHEL SPINGLER / AP ?? En bares y restaurant­es se siguió el debate cara a cara entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen
MICHEL SPINGLER / AP En bares y restaurant­es se siguió el debate cara a cara entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain