Primer choque entre Colau y el PSC por la reforma de la Via Laietana
Los socialistas critican el proyecto de BComú, que tampoco gusta a comerciantes y vecinos
El PSC manifestó ayer abiertamente por primera vez su discrepancia de la formación de Ada Colau en Barcelona a cuenta de la reforma de la Via Laietana. Los socialistas la consideran insuficiente y lamentan haberse enterado del proyecto por la prensa.
La reforma de la Via Laietana está abriendo la primera grieta del gobierno de la alcaldesa Ada Colau, en el equipo formado por BComú y PSC. El edil de Paisaje Urbano, Daniel Mòdol, asegura que las medidas al respecto anunciadas este martes por la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, constituyen una propuesta del todo insuficiente diseñada exclusivamente por BComú, una iniciativa que en ningún caso fue consensuada en el seno del gobierno, que a los socialistas les sentó muy mal enterarse de todos los detalles por la prensa. No se trata del primer desencuentro entre unos y otros, pero sí la primera vez que se pone de manifiesto de un modo público. Turismo, terrazas, manteros, luces de Navidad, Juegos Olímpicos de invierno, la reforma de la ordenanza de civismo, okupaciones de inmuebles municipales... Son cuestiones en que las diferencias entre BComú y PSC resultan bien obvias, extremos que vienen tensionando este pacto de gobierno desde su firma hace poco más de un año.
Lo que ocurre es que hasta ahora estos desencuentros se solucionaron en privado, esforzándose en ofrecer una imagen de gobierno sólido y compacto. A fin de cuentas, uno de los objetivos de los socialistas a la hora de entrar en el gobierno fue mejorar las relaciones del Ayuntamiento con los hoteleros, con los restauradores, con la pequeña y mediana empresa de la ciudad. De modo que cuando Colau y los suyos se reafirman en determinadas políticas, un montón de ojos se dirigen hacia a los socialistas. Ejemplo: cada vez que el gobierno municipal se muestra permisivo con el top
manta los comerciantes lamentan que el efecto PSC se esté diluyendo, que su capacidad de influir en sus socios sea tan tenue. Y es que a buena parte de las filas de BComú les sigue incomodando este pacto de gobierno, al que vienen a llamar de un modo muy peyorativo “la vieja política”. Al final la reforma, presentada de manera unilateral por los comunes, ha sacado a la luz diferencias que antes se resolvían en la intimidad.
“Queremos mostrar nuestra discrepancia porque entendemos que la propuesta presentada no responde a las necesidades de los vecinos y comerciantes de la Via Laietana –subrayó Mòdol–. Nosotros entendemos que se deberían haber considerado los estudios previos realizados tanto por el Ayuntamiento como por las entidades ciudadanas. El Ayuntamiento podría ampliar todas las aceras de este vial de una manera considerable, eliminar un carril de su intenso tráfico y reducir su contaminación atmosférica y acústica sin necesidad de llevar a cabo grandes inversiones, gastándose lo mismo que tiene previsto invertir durante este mandato”. Al grupo Demòcrata, Ciutadans y PP la reforma también le parece insuficiente. Si bien es cierto que la discrepancia de los socialistas tiene una fuerte carga simbólica, no se traducirá en ninguna votación en el pleno municipal y no supondrá ningún cambio del guion establecido, no responde únicamente a la necesidad de los socialistas de ofrecer un perfil propio, sobre todo a medida que se acerca el final del mandato... Tampoco se trata de una pataleta improvisada. Hace ya unos meses que la asociación de vecinos y comerciantes de la Via Laietana sólo encuentra un interlocutor en el Ayuntamiento, el teniente de alcalde socialista Jaume Collboni. La entidad dice que nadie de BComú les hace caso.
Los comerciantes y vecinos de esta arteria de Ciutat Vella critican que nadie de BComú les haga caso