El ídolo de la nueva era
La empresa opta por distribuir dividendos y recomprar títulos
Con más dinero que las reservas en divisas de Alemania y España o el Reino Unido y Canadá, Apple disfruta de un estado de cuentas monumental y envidiable: tiene ahora mismo 236.000 millones de euros en caja, unas cifras que lo colocarían, si fuera un país, en el puesto número once entre los más ricos del mundo y le daría acceso al selecto club del G-20.
Si fuera un país, Apple podría participar en el G-20. Con el efectivo que tiene ahora en caja, unos 258.000 millones de dólares (236.000 millones de euros), de acuerdo con los datos difundidos ayer, se situaría en el puesto número 11 entre los estados más ricos del mundo. Tiene más billetes que las reservas en divisas extranjeras de Alemania y España o del Reino Unido y Canadá. “Nunca he visto una empresa con una posición financiera de este tipo”, confesaba a The Wall
Street Journal Jennifer Blouin, profesora de contabilidad de la Universidad de Pennsylvania.
Si la compañía californiana quisiera apostar por la automoción para dar salida a su misterioso Apple Car, tendría músculo financiero para comprar General Motors, Ford, Uber y, sobre todo, Tesla (y le sobraría dinero). Si en cambio decidiera invertir en contenidos digitales, no tendría problemas en hacerse con Netflix y Time Warner. Si quisiera gastar un poco más, podría apuntar un poco más alto y comprarse un coloso como Walt Disney. Todo esto si su intención fuera hacer negocio y diversificar para reducir su dependencia del iPhone.
Elevando la hipótesis al absurdo, si Apple mostrara de repente una vocación filantrópica, con estos ahorros podría regalar 757 dólares a cada ciudadano estadounidense (o, si se prefiere, el precio equivalente de un iPhone 7, para que todo quede en familia).
Entre todas estas opciones, que demuestran el poderío financiero de una empresa que se lleva el 90% de los beneficios de la industria del móvil gracias a sus amplios márgenes de venta, Apple se ha decidido por la generosidad. Pero hacia sus accionistas.
La firma de Cupertino anunció ayer que pagará un dividendo de 62 centavos por cada acción de Apple. Asimismo, anunció un ambicioso plan de recompra de títulos de 300.000 millones de dólares de aquí a marzo del 2019 (buy back), que no hará otra cosa que apreciar todavía más el valor de una compañía que ya es la primera del mundo en capitalización bursátil.
La estrategia de la firma que dirige Tim Cook en este sentido difiere de la que siguen otras empresas tecnológicas. Sin ir más lejos, Facebook optó por comprar Instagram y Whatsapp para su expansión en el universo digital. En el caso de Apple, los expertos explican que la compañía no se ha lanzado hasta ahora a grandes aventuras por varios motivos. Uno es de índole fiscal. El 93% del tesoro de Apple se encuentra fuera de Estados Unidos, en su gran mayoría en países
offshore de baja tributación, según informaba un reciente estudio de Oxfam. No hay que olvidar que según la Comisión Europea, Apple pagó el 0,005% de impuestos sobre los beneficios obtenidos en el Viejo Continente y Bruselas le ha impuesto una cuantiosa multa de 13.000 millones de euros.
Si quisiera hacerse con alguna compañía estadounidense, debería repatriar parte de ese capital. De ahí la gran actualidad de la reforma fiscal promovida por Trump, que ha rebajado el impuesto sobre las ganancias de sociedades al 15% precisamente con el objetivo de recuperar este dinero.
Otra cosa es que Apple decida hacerlo. Joan Enric Ricart, profesor del Iese que ha redactado un caso de estudio sobre la compañía de la manzana, recuerda que cualquier intento de adquirir empresas del exterior supondría un conflicto cultural para los directivos de Apple. “Ellos cuidan su filosofía. Hubieran podido comprar Spotify, pero han preferido montar Apple Music”, recuerda. Para Ricart, “si decidieran hacerse con una empresa, esta debería transformarse para ofrecer una experiencia Apple. Y esto supone un riesgo, porque lo último que quieren es perder la mitología y el aura que caracteriza su compañía desde los tiempos de Steve Jobs”.
Con el efectivo de que dispone, la firma podría comprarse General Motors, Ford y Tesla