Repetir la súplica o petición, insistir en ella con ahínco.
“Un país que no reconoce la valía de su gente no va a ningún sitio”, advierte Puigdemont en la entrega de las Creus de Sant Jordi
El conjunto de galardonados a lo largo de la historia con las Creus de Sant Jordi son, según Carles Puigdemont, el fiel reflejo de lo que es Catalunya, de su transversalidad, su diversidad y su pluralidad. Y por esta razón los reivindica como muestra del país “tal como somos”, que es lo que hizo ayer durante la entrega de las distinciones correspondientes a este 2017. “En la nómina de galardonados de las Creus de Sant Jordi nos reconocemos tal como somos, vemos lo que somos como país, está el país tal como somos, y es lo que nos encamina hacia aquello que queremos ser, que es lo que decidirá la gente, y lo que decida la gente tendrá todos y cada uno de los ingredientes de los premiados”, reivindicó el presidente de la Generalitat.
Una reivindicación al hilo de la cual planteó un doble mensaje. Por un lado, se declaró “orgulloso de los galardonados de este año”, porque “un país que no reconoce la valía de su gente no va a ningún sitio, y nosotros tenemos un camino marcado y sabemos dónde queremos ir”. Y, por otro, situó el testimonio de los premiados como ejemplo que “nos invita a no desfallecer ante las adversidades” y que “nos apela a ser activistas de la causa común” y “a movilizarnos para conseguir aquello en lo que creemos”. Puigdemont ponía sobre la mesa, de este modo, una apelación claramente vinculada al tramo final en que se encuentra el proceso independentista ante el compromiso de celebrar el referéndum como máximo en septiembre, pero también defendía el acierto de las Creus de Sant Jordi otorgadas este año ante las críticas que desde algunos sectores soberanistas surgieron, por ejemplo, por la concesión del galardón a título póstumo a Carme Chacón tras su repentino fallecimiento.
La exdirigente del PSC y exministra de Defensa fue, precisamente, una de las 29 personalidades galardonadas –su hijo Miquel y su hermana Mireia recogieron la cruz de manos del presidente de la Generalitat–, junto a otros distinguidos como el ingeniero Ramon Boixadós, el músico Francesc Burrull, el periodista Josep Cuní, el promotor cultural Romà Cuyàs, la modelo Teresa Gimpera, el empresario Víctor Grífols, el filólogo Joan Martí, la deportista Gemma Mengual, el político Joaquim Molins, el médico Jaume Padrós, el actor Josep Maria Pou, el historiador Borja de Riquer o el también empresario Miquel Valls. A título póstumo, fueron condecorados igualmente el exconseller Joaquim Ferrer y la primera síndica de Aran, Maria Pilar Busquet, y junto a todos ellos recibieron placas un total de 24 entidades.
En la ceremonia de entrega de las Creus de Sant Jordi, en el Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, Carles Puigdemont estuvo acompañado por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y el conseller de Cultura, Santi Vila. Al acto asistió también el Govern en pleno, los expresidentes de la Generalitat José Montilla y Artur Mas y el expresidente del Parlament Joan Rigol.
El president pone a los premiados de ejemplo para “movilizarnos” como “activistas de la causa común”