Ivanka no puede ir al masaje
El libro ‘feminista’ de la hija de Trump levanta críticas por su irrealidad
Que publique un libro Ivanka Trump, la hija predilecta del presidente de Estados Unidos y una de las principales asesoras de la Casa Blanca, ha sido la excusa perfecta para disparar contra ella con críticas de alto calibre.
Su Women who work: rewriting the rules for success, es decir, mujeres que trabajan y reescriben las normas para tener éxito, título que referido a ella, criada entre los oropeles de un multimillonario, que no hubo de salir a buscar ocupación porque su padre le creó su propio marca, ya ha sonado a sarcasmo entre aquellas de su mismo sexo que desarrollan empleos de muchas horas por salarios de miseria, que carecen de su cuna. Pues eso, en las redes sociales arremeten por cómo alguien que dispone de un ejército de nannies a la hora de cuidar a sus tres hijos puede disertar sobre la condición laboral.
A la venta desde el martes, en la plataforma Amazon ha cosechado dos estrellas de un total de cinco. Entre los comentarios de los lectores se deduce que el relato es insípido, irrelevante, “obsoleto desde su origen y falto de tacto”.
Una de las lectoras se burla, en su compasión, de cómo “Ivanka explica lo duro y difícil que resulta cuando has nacido rica”. Otra sostiene que ha extraído una lección: “El único camino para que una mujer consiga un trabajo es mediante el nepotismo”. Y, además, cuando eras rica te denuncian al robar el diseño de unos zapatos”. Una tercera apostilla divertida: “En el libro, Ivanka subraya que ella es una feminista de verdad, cosa que prueba consiguiendo que su padre le diera un
La autora lamenta que la campaña electoral la tuvo tan ocupada que ni siquiera pudo meditar
trabajo para el que no estaba cualificada, con un despacho y un equipo de igual tamaño que el de su marido en la Casa Blanca”.
Su marido, Jared Kushner, de 36 años, e Ivanka comparten a menudo la sala oval, el epítome del poder, y aparecen junto a los grandes mandatarios globales. El matrimonio posee una fortuna al menos de 240 millones de dólares en bienes y disfrutan de un imperio empresarial valorado en unos 740 millones.
El yerno fue nombrado asesor especial del presidente en enero y ella siguió la senda oficial en marzo. “Sentirme confortable y expresarme auténticamente como ejecutiva con hijos fue como un viaje para mí”, afirma. La humildad no se incluye en su catálogo.
La propia Ivanka, de 35 años, se mete de cabeza en arenas movedizas. A lo largo de un pasaje –la mayor parte del volumen lo escribió antes de que su padre ganara la presidencia– relata el duro ejercicio de ser consejera electoral.
Lamenta que esta ocupación tan estresante le mantuvo muy ocupada, por lo que tuvo que adoptar “un estilo de vida de supervivencia, sin disponer de tiempo para meditar o poder recibir un masaje”.
A partir de esa confesión tan de mercado laboral al uso, señala que “el tiempo para cambiar la narrativa alrededor de la mujer que trabaja está muy retrasado”. Su texto está repleto de lugares comunes y tópicos de libros de autoayuda. “Persigue tu pasión. Asegúrate de que tú, y no otros, definen tu éxito. Construye una vida en la que tu amor llene completamente tu multidimensión”. En su reseña de The New York
Times, Jennifer Senior se pregunta: “¿Para quién escribe Ivanka Trump?”. Lo define como “un batido de fresa de citas inspiracionales”. Igual hace referencia a Sócrates que a una celebrity.