La Vanguardia

La Juve cita al Madrid

Dos goles de Higuaín destrozan al Mónaco y acercan la reedición de la final de 1998

- CARLOS NOVO

La fortaleza defensiva del Juventus y la conexión Dybala-AlvesHigua­ín vencieron la resistenci­a de un Mónaco presa fácil para el campeón italiano, ferozmente competitiv­o, un hueso para cualquier rival como pudo comprobar el Barcelona en la anterior ronda. Una final Real Madrid-Juventus parece servida salvo milagro, lo que sería reeditar la disputada en Amsterdam en 1998 y ganada por los blancos contra pronóstico.

El equipo de Allegri es ahora mismo prácticame­nte infranquea­ble. Ha encajado sólo dos goles en la competició­n, el último a manos del Sevilla cuando la Juve se impuso 1-3 en el Pizjuán en la fase de grupos. El Mónaco dispuso de inicio de toda su artillería, que es mucho: el veterano Falcao y el joven Mbappé, quizás la revelación mayor de la competició­n. Leonardo Jardim aventuró la víspera que atacaría con todo, que no le importaba conceder algún gol porque su objetivo era viajar a Turín con cualquier ventaja, por mínima que fuera.

Lo intentó el Mónaco, pero salvo un par de remates de Mbappé al comienzo del partido tuvo poca pólvora. El primero, un cabezazo, llegó sin fuerza a las manos de Buffon; el segundo fue un disparo violento y dañino, pero Buffon volvió a tirar de galones y adivinó por donde iba el balón.

Mientras el Mónaco desperdici­aba sus ocasiones el Juventus fue letal con las suyas. Mediado el primer tiempo Dybala inició la jugada con un taconazo, Alves corrió la banda como en sus mejores tiempos y cerró su internada con otro excelso taconazo que dejó el balón para que Higuaín, que irrumpió en el área como un búfalo, se adelantara a los centrales y lo alojara en la red.

Por si no tuviera bastante con su gol el equipo de Allegri estiró su ventaja con un segundo gol al comienzo del segundo tiempo con iguales protagonis­tas: centro pasado de Alves y remate cruzado de Higuaín, que sólo llevaba dos goles en esta Champions y que en el Principado monegasco quiso desmentir su fama de delantero gafe en las grandes citas.

Si hay un equipo que sabe manejarse en situacione­s de ventajas cortas ese es la Juve. Tiene el gen defensivo en su ADN y no le importa replegarse en su área, ceder el balón al rival y dejar que pasen los minutos. Pocas veces los adversario­s son capaces de encontrar huecos en su entramado defensivo.

El Mónaco lo intentó con la entrada de Moutinho, un volante con gran imaginació­n. La Juve respondió sacando de campo a Higuaín para dar paso a Cuadrado, un jugador de banda que pasó a delantero centro, intercambi­ando su posición con Dybala. Luego, Allegri dio salida a Rincón por Marchisio, el sustituto natural del sancionado Khedira, la única ausencia del once de gala en los italianos.

El final del partido fue angustioso para el Mónaco. La Juve resistía encerrada en su área y el Mónaco buscaba el gol a la desesperad­a, con centros laterales y tejiendo el fútbol en las inmediacio­nes del área. Buffon, en su partido número cien, envió a córner un buen cabezazo de Germain.

El 0-2 deja la eliminator­ia franca para el Juventus, a un paso de su segunda final en tres años. El Mónaco necesita un milagro.

Gonzalo Higuaín sacó provecho de un excelente Dani Alves para dejar la eliminator­ia en franquicia El portero italiano, otra vez insuperabl­e, sólo ha encajado dos goles en toda la competició­n

 ?? GUILLAUME HORCAJUELO / EFE ?? El fornido Gonzalo Higuaín fue el autor de los dos goles del Juventus, que sitúan a los turineses muy cerca de la gran final
GUILLAUME HORCAJUELO / EFE El fornido Gonzalo Higuaín fue el autor de los dos goles del Juventus, que sitúan a los turineses muy cerca de la gran final

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