Freno y marcha atrás
El Giro anula la nueva clasificación que quería premiar al mejor ciclista en descensos
Cronometrar las bajadas del Stelvio, el Tonale, el Pordoi y otros. Y otorgar el premio al mejor ciclista en descenso de la edición 2017, la número cien de la historia. La apuesta del Giro por la espectacularidad era atrevida por no decir claramente temeraria. Y ha saltado por los aires. “La dirección del Giro ha decidido eliminar todos los premios económicos (al mejor en descenso) y la clasificación prevista en el reglamento de la carrera”, anunció ayer a media mañana la organización de la carrera italiana.
A dos días del arranque del Giro, mañana en l’Alguer, todo estaba previsto. Se habían seleccionado diez puertos (entre las etapas octava y vigésima). Se habían anunciado los premios: 500 euros al mejor de cada etapa (la misma cantidad que percibe el ganador diario de la clasificación de los jóvenes). Una calificación para los cinco mejores de cada etapa: 8,5, 3, 2 y 1 punto. Y al final, para el ganador absoluto, cinco mil euros, la misma cantidad que obtiene el mejor escalador del Giro de Italia. (Tres mil y dos mil al segundo y tercero).
Pero las quejas han llovido sobre el Giro. Desde la Unión Ciclista Internacional hasta las organizaciones que defienden los derechos de los corredores, que se han llevado las manos a la cabeza. “Peligroso e irresponsable”, ha señalado Michael Carcaise, director ejecutivo de la agrupación de ciclistas profesionales norteamericanos. “Por supuesto que el descenso forma parte de las competiciones ciclistas, pero no debe aislarse en una nueva clasificación que incentiva a tomar riesgos innecesarios”, señala.
“Se trata de una broma, ¿no? ¿Y la seguridad?”, se preguntaba Wout Poels (Sky) en Twitter. Y Joe Dombrovski (Cannondale) iba más allá en la misma red social al señalar: “Band-Aid (marca equivalente a las Tiritas) patrocinará
XAVIER G. LUQUE Todo estaba previsto, pero la reacción de la UCI y los ciclistas ha obligado al Giro a olvidarse del asunto
la clasificación de la caída más espectacular”.
En su comunicado de ayer, el Giro señala que el cronometraje se mantiene “para aportar un dato estadístico e informar a los aficionados de las prestaciones de los atletas” pero que no habrá ni premios ni clasificaciones. La tecnología prevista por el Giro para calcular el descenso más rápido sigue en pie y consiste en utilizar el chip de las bicicletas, que sitúa a los corredores en cada momento de carrera, y unas bandas magnéticas instaladas en el inicio y el final de los descensos.
Corredores históricos, como el suizo Hugo Koblet, o actuales, como el italiano Vincenzo Nibali, han forjado su leyenda en las bajadas. El Giro 2014, para no ir más lejos se jugó en buena parte en el nevado descenso del Stelvio, que culmina a 2.758 metros. En unos momentos de indecisión sobre si la etapa debía ser neutralizada o no, Nairo Quintana lanzó un ataque que en la meta le dio ventaja sólida para dominar la carrera hasta el final.
“Sigo pensando que era una buena idea”, sostiene Mauro Vegni, el director de carrera. “Totalmente inaceptable”, replica Tom van Damme, responsable de pruebas de ruta de la UCI.