El contenedor azul
¡Basta ya! Esas fueron mis palabras el último día que me encontré a los dos, vamos a llamar, vendedores ilegales de residuos, vaciando el contenedor azul. La tranquilidad con la que robaban y nadie les decía nada, y el camión ya pintado de azul, como si fueran recogedores oficiales, me parecía insultante.
Y que van tranquilos lo digo en base a mis múltiples intentos fallidos de que algún buen agente, con ganas de cumplir con sus funciones, los parara a tiempo. Lo he intentado todo. Hacerles fotos y llevarlas a la comisaría del barrio. Nada. Como no tienen movimiento no se puede demostrar que entre o salga el cartón del contenedor, me dijeron.
Así que hice un vídeo mientras vaciaban el contenedor. Pero entonces tengo que denunciar a título personal, incluyendo mi dirección y piso. Sólo me faltaba apuntar a qué hora no estoy en casa. Así que la única forma viable era que los policías los pillaran in fraganti.
En definitiva, no está a nuestro alcance acabar con esta estúpida praxis de un grupo de ladrones que se dedica a vender el papel y cartón que bienintencionadamente separamos en casa. Así que, muy a mi pesar, la bolsa azul ha desaparecido de mi papelera. Si los camioneros ilegales quieren mis residuos de ese contene- dor, deberé sacar algún beneficio yo también. No voy a separar para que ellos ganen dinero.
ALBERTO GIRAL MORAL
Barcelona