5.300 euros al año: lo que ganan los barceloneses en Airbnb
La plataforma asegura que la mayoría de sus usuarios anuncian su vivienda habitual durante un par de meses al año
El portal, que hace poco pactó con la ciudad de San Francisco, critica el enrocamiento del gobierno Colau
Más de 16.100 vecinos de Barcelona ofertaron el año pasado algún tipo de alojamiento a través de la plataforma de alquiler vacacional Airbnb. Si es cierto que detrás de cada uno de estos perfiles había solamente una persona de verdad. Entre todos pusieron unos 20.000 anuncios. Así el 2016 se facilitó alojamiento a 1,3 millones de huéspedes, un 40% más que el año anterior. La mayor parte ofreció su vivienda habitual o simplemente alguna de sus habitaciones. Son datos proporcionados ayer por la propia plataforma digital. Cerca del 80% de las personas que alquilan su vivienda cuentan con un único anuncio en este portal, y el 60% de los alojamientos ofertados en Barcelona se alquilan menos de 90 días al año. El usuario típico de Airbnb gana de este modo unos 5.300 euros al año, ofreciendo alojamientos unas 66 noches al año. No son los responsables del encarecimiento de los pisos de alquiler, no realizan una explotación empresarial de su patrimonio, no son profesionales de la industria turística... El alto índice de pisos vacíos tiene una incidencia mucho más grande en el precio de la vivienda que el alquiler vacacional. Al menos este es el mensaje que la plataforma trata de transmitir, su particular contraataque ante las últimas acometidas del gobierno de la alcaldesa Ada Colau, su intento de frenar el creciente desprestigio que sufre en determinados círculos.
A pesar de que el año pasado unos 365.000 barceloneses hicieron uso de Airbnb para irse de vacaciones, los ataques a esta plataforma constituyen uno de los grandes pilares de la turismofobia.
Porque, según el discurso del gobierno municipal, Airbnb es uno de los grandes problemas de Barcelona, el principal instrumento de una actividad ilegal que atenta contra el derecho a la vivienda, la gasolina de gentrificación... El lunes la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, se congratuló de que Homeaway, Booking, Tripadvisor, Rentalia y Apartur aceptaran retirar de sus portales, de algún modo, próximamente, los pisos turísticos ilegales. Airbnb, añadió la teniente de alcalde, ni siquiera fue invitada a hacerse la foto de familia por su falta de compromiso con la ley. Si bien es cierto que es muy difícil contrastar los datos que ofrece Airbnb, también es verdad que el gobierno municipal parece mucho más a gusto en la confrontación. La plataforma dijo que todos estos portales están especializados en ofertas de profesionales del sector, que Airbnb se dedica a facilitar que la gente pueda compartir su vivienda, que su actividad sufre un vacío legal que esperan que quede cubierto con la nueva ley de turismo de la Generalitat.
Y sobre todo Airbnb subrayó que ya llegó a acuerdos con unas 300 grandes ciudades y regiones para funcionar de un modo legal. El último de estos acuerdos se firmó hace pocos días en San Francisco. Airbnb se compromete a retirar de sus páginas aquellos pisos que el Ayuntamiento de San Francisco considere que incumplen la normativa. De este modo ninguna propiedad podrá ser alquilada durante más de 30 noches seguidas, ni podrá ser arrendada durante más de 90 noches al año. Además, cada particular sólo podrá ofrecer una vivienda. Aquí la plataforma ofreció al gobierno municipal, como muestra de buena voluntad, que cada anunciante de Airbnb en Ciutat Vella sólo pudiera anunciar una casa. Al gobierno le pareció “una tomadura de pelo”.