La Vanguardia

Triunfo del nuevo “sí quiero”

El registro de parejas estables recibe casi 900 peticiones en sólo un mes

- JAVIER RICOU Lleida

Una avalancha. Así es como define el Departamen­t de Justícia la respuesta que ha tenido, en su primer mes de vida, el registro de parejas estables de Catalunya. Entró en funcionami­ento el pasado día uno de abril y en esa oficina se han recibido, hasta este martes, un total de 856 peticiones de parejas que quieren regulariza­r su relación mediante esta nueva fórmula. O lo que es lo mismo, cada día del último mes 35 parejas se han dirigido a ese registro para cumpliment­ar los trámites necesarios para darse el “sí quiero” y convertir la cohabitaci­ón en una unión estable.

La oficina de este nuevo registro de la Generalita­t está desbordada. Y es que a las casi 900 peticiones formales hay que sumar, durante ese mismo periodo, las 2.500 consultas planteadas por ciudadanos sobre los requisitos necesarios para ser pareja estable.

Xavier Bernadí, director general de Dret i d’Entitats Jurídiques, confiesa que el alud de peticiones y consultas les ha sorprendid­o. “Sabíamos que este registro iba a satisfacer una demanda latente de muchas parejas que con esta vía verán cumplido un deseo para regulariza­r su relación sentimenta­l sin necesidad de pasar por un altar, un juzgado o el despacho de un notario; pero la verdad es que no esperábamo­s en este primer mes una respuesta tan masiva”, afirma Bernadí.

Así que el Departamen­t de Justícia no esconde su satisfacci­ón por la puesta en marcha de un servicio que está teniendo una demanda muy superior a la esperada. Aunque ello implique tener que trabajar en esa oficina casi a destajo, por encima de la capacidad de absorción de las instalacio­nes.

“Estamos estudiando ya reforzar medios y personal en el registro para estar a la altura de la demanda”, avanza Xavier Bernadí. Si la tendencia se mantiene, el director general de Dret i d’Entitats Jurídiques augura que el registro de parejas estables de Catalunya tiene todos los números de convertirs­e en el segundo servicio con más demanda del Departamen­t de Justícia, superado sólo por el registro de asociacion­es.

Una de las novedades de este servicio puesto en marcha por la Generalita­t es que la petición para constituir­se como pareja estable puede hacerse ahora por internet. O lo que es lo mismo: una pareja puede darse el “sí quiero” sin moverse de casa.

Un ordenador es lo único que necesitan para esa “boda” telemática. Una posibilida­d con un destacado éxito, pues las peticiones hechas por internet (268) superan a las presencial­es (242). Aunque la mayoría de solicitude­s, como era ya de esperar, han llegado a través de escrituras notariales. Afectan a parejas cuya unión de hecho estaba ya corroborad­a por un documento notarial y que ahora han querido inscribir esa unión en el nuevo registro.

El Departamen­t de Justícia, además de dar salida a una demanda latente, ve cumplida con la exitosa respuesta a ese registro otro de los objetivos de la iniciativa y que no era otro que poner orden en el anárquico mundo de las uniones de hecho. Desde la administra­ción se habían detectado duplicidad­es, afirma Bernadí, en los registros habilitado­s por algunos ayuntamien­tos. Personas que estaban inscritas por duplicado en diferentes registros de parejas de hecho municipale­s. Ahora esas oficinas en los consistori­os han desapareci­do y sólo vale la inscripció­n en el registro de la Generalita­t.

Para entender el alud de peticiones de inscripció­n en este registro hay que echar la vista tres décadas atrás y analizar las transforma­ciones relacionad­as con el ámbito de la familia. “Uno de los fenómenos más llamativos en este contexto ha sido, precisamen­te, el

La oficina de Justícia, a un paso del colapso al haber atendido en abril más de dos mil quinientas consultas

auge de la cohabitaci­ón –es decir, la convivenci­a en pareja no sujeta a un acuerdo matrimonia­l– como alternativ­a a las uniones tradiciona­les, por lo civil o religiosas”, afirma Marta Seiz, doctora en Ciencias Políticas y Sociales (Sociología) por la Universita­t Pompeu Fabra. “Para hacernos una idea –añade Seiz– podemos señalar que la proporción de mujeres españolas entre 25 y 34 años que vivían en uniones de hecho en el año 2001, según los datos censales de los que disponemos, no llegaba al 7%.

Diez años más tarde, estaba próxima al 20%. Y es un fenómeno extendido de manera notable en toda la sociedad, alcanzando estratos y grupos sociales muy diversos, con perfiles laborales y educativos variados”.

Para esta socióloga la avalancha de peticiones de inscripció­n en el registro de parejas estables es lógico, “al resultar hoy mucho más fácil regulariza­r una unión, fuera de los cánones tradiciona­les, que equipara a esa pareja en términos de ciertos derechos a los que tienen las personas casadas por las vías convencion­ales”. Otra clave del éxito tendría su explicació­n, según Seiz, en “la creciente tolerancia de la sociedad con la diversidad de modelos y estructura­s familiares”.

 ?? DAVID AIROB ?? Sandra y Jordi, padres de un niño, se convirtier­on el mes pasado en los primeros inscritos en el nuevo registro de parejas estables de Catalunya
DAVID AIROB Sandra y Jordi, padres de un niño, se convirtier­on el mes pasado en los primeros inscritos en el nuevo registro de parejas estables de Catalunya

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