Un centenar de inmigrantes salta la valla de Melilla y hiere a tres guardias
Regresan los intentos de saltos masivos de la valla de Melilla después de unos meses de calma en este enclave español en el norte de Marruecos. Unos cien migrantes subsaharianos, de los 300 que lo intentaron, alcanzaron ayer territorio español al superar la triple barrera establecida en el perímetro de la ciudad por su parte sur, junto al paso fronterizo de Beni Enzar.
Los más rápidos y fuertes lo consiguieron, mientras el resto fue repelido por las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes. Los subsaharianos utilizan garfios y zapatillas a las que agregan clavos en la suela para poder escalar la valla con rapidez.
El salto de ayer, calificado de “muy violento” por la subdelegación del Gobierno, dejó tres guardias civiles heridos, uno por un golpe con un garfio, otro por una patada y el tercero por una caída. Tres inmigrantes fueron también examinados por la Cruz Roja pero sin heridas de consideración.
Se trata del mayor intento masivo de entrar en Melilla en lo que va de año. El anterior, en febrero, se saldó con el ingreso de dos decenas de personas. Por el contrario, Ceuta ha vivido desde el comienzo de 2017 varios intentos de gran envergadura, en los que cerca de mil subsaharianos lograron acceder a la ciudad. Fuentes policiales sospechan que los jóvenes migrantes alternando la presión entre Ceuta, ahora más calmada, y Melilla para tomar por sorpresa a las fuerzas de seguridad.
El pasado sábado fueron recogidos del mar otros 22 inmigrantes que llegaron a Melilla en una barca hinchable. Con estos nuevos ingresos son ya casi mil las personas que están en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad, que recientemente aumentó su capacidad. Desde hace meses es constante el goteo de embarcaciones y pateras que localizadas por Salvamento Marítimo en aguas del Mediterráneo y sus ocupantes llevados a puertos españoles.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que se va a reforzar la seguridad en los perímetros vallados de Ceuta y Melilla y destacó la colaboración creciente de la Policía marroquí, “sin cuya ayuda los saltos de la valla serían diarios”.