Takefusa Kubo, ex de la Masia, ya brilla en Japón
Veintidós años separan a Shinji Ono de Takefusa Kubo. En la pasada década Ono jugó cinco temporadas en el Feyenoord holandés y tres años en el Bochum de la Bundesliga, además de tres Mundiales con Japón. Ahora el centrocampista, camino de los 38, ha vuelto a su país para acabar su carrera en los Consadole Sapporo. El 3 de mayo Ono y Kubo, adolescente de 15, se cruzaron en un partido oficial de la Copa de la Liga nipona. Fue el debut del joven delantero, otro chico prodigio, aún en edad cadete, con el primer equipo del Tokio. Jugó los últimos 24 minutos. Kubo es uno de los afectados por la sanción de la FIFA a la Masia en marzo del 2014. Entonces tenía 12 años, por lo que le faltaban casi seis años para poder jugar con el Barcelona. Ante la imposibilidad de jugar partidos oficiales, Take y su familia, que le acompañó a Catalunya en el 2008, decidieron volver a su país para seguir su crecimiento. Nacido el 4 de junio del 2001, el japonés tiene un año menos que Vinicius jr. y ya juega con los profesionales. “Estaba un poco preocupado de no distraerme con los aplausos. Pero en el campo no me podía permitir estar nervioso. Me sentí bien”, reveló el futbolista, considerado una celebridad en su país. En el Tokio, Kubo recibe los consejos de Okubo, que militó dos temporadas (2004-06) en el Mallorca, con el que marcó 5 goles. El Barça, desde que Kubo se marchó, no pierde de vista sus evoluciones, ni en la competición japonesa ni en los torneos internacionales que juega con la selección –a partir del 20 de mayo jugará el Mundial sub-20 –. El contacto es permanente. Take estuvo presente en diciembre de 2015 en los dos partidos del Barcelona en el Mundial de clubs de Japón y en el 2016 viajó a Catalunya de vacaciones y pasó por la ciudad deportiva de Sant Joan Despí para saludar a sus excompañeros.