La Vanguardia

Eran cinco y magníficos

- JOAQUÍN LUNA Barcelona

Aquella noche del 10 de abril de 1967, porque era de noche, el autocar del CE Europa llegó a Gràcia escoltado por los utilitario­s, muchos Seat 600, de los aficionado­s que aguardaban en la Diagonal. Y a todos se nos permitió pisar el césped del Sardenya para una foto de familia en la que algunos jugadores llevan cestos de naranjas. Una foto de familia modesta y feliz.

El CE Europa había eliminado la víspera por 2 a 0 al Real Zaragoza, vigente campeón de la Copa del Generalísi­mo, en el partido de desempate disputado en Valencia.

Zaragoza tronaba a esa hora con la eliminació­n de su equipo más invencible y pelotero. Los Cinco Magníficos: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Cuatro finales de Copa consecutiv­as –dos ganadas en 1964 y 1966, dos perdidas en 1963 (ante el Barça en el Camp Nou con Franco luciendo una corbata azulgrana para sorpresa de los directivos maños) y 1965– y una Copa de Ferias en 1964, torneo europeo precursor de la actual Liga Europa.

“Es una de las mejores delanteras que he visto, y las he visto todas en la liga española. Todos eran peligrosos. Y Marcelino...¡ Cómo remataba de cabeza! Se quedaba suspendido en el aire. ¿Santillana? Sí, pero Marcelino giraba mejor el cuello y la colocaba”, recordaba ayer Rogelio Pampols, la araña negra del Europa, el portero de Almacellas, Lleida, cuyas paradas fueron decisivas para eliminar al Zaragoza, equipo en el que fue suplente de Yarza tres temporadas antes de ir al Depor y recalar en el Europa. “Recuerdo la llegada de Marcelino al equipo, con 19 añitos. Los veteranos le gastaron unas bromas en el vestuario y le hicieron llorar”. El gran Marcelino: una de las grandes cabezas del franquismo con permiso de Zarra y César. El autor del gol que dio a España la Eurocopa de 1964 frente a la Unión Soviética.

Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. La primera vez que jugaron juntos, guiños del azar, fue un 22 de abril de 1964 en la ida de las semifinale­s de la Copa de Ferias en Lieja alineados por un entrenador novel, Antonio Ramallets, el gato de Maracaná ,o bello goleiro. Precisamen­te el arquero del CD Europa cuyo traspaso al Barça en 1946 permitió levantar la tribuna del campo de la calle Sardenya, la misma donde un domingo de abril de 1967 todo el barrio y el europeísmo vieron saltar al Real

¡VIENE LA TELE! (GRÀCIA, 1967) TVE retransmit­ió la ida, victoria maña, el Europa remonta en la Romareda y gana el desempate

Zaragoza de los Magníficos. Un acontecimi­ento social. “Nosotros que no nos perdíamos ningún partido nos fuimos a verlo a casa de unos tíos porque nos hacía gracia ver al Europa en televisión”, ha recordado esta semana en el Independen­t el socio número 46 del Europa, Miquel García.

El Real Zaragoza ganó la ida por 1 a 0, gol de Villa, “con un Yarza muy seguro bajo los palos y los internacio­nales Reija y Violeta en plan estelar”, reseña Rafael Rojas en su impagable Magníficos, la edad de oro del Real Zaragoza.

El ambiente en Zaragoza, afición exigente, estaba enrarecido porque la Liga se escapaba. El míster, el gran Fernando Daucik, cuñado de Ladislao Kubala, dijo en la víspera: “Zaragoza es un lugar difícil para un entrenador”. Penalti contra el Europa en el minuto 7. Lanza Santos, Eleuterio Santos Brito, fino estilista tinerfeño.

–Le vi la intención y lo paré. Empezó el runrún en La Romareda y nos crecimos.

El Europa marca antes del descanso y aguanta y aguanta (0-1). Habrá partido de desempate 48 horas más tarde en Valencia. Daucik es destituido.

Valencia apoya al Europa y los Magníficos vuelven a estrellars­e ante Pampols y su gran defensa. Dos goles en los minutos postreros y la sorpresa. El campeón eliminado, Gràcia una fiesta y Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. eternos.

 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain