Detrás de cada X hay una historia. Detrás de cada tuit también.
En 2016 hemos interactuado con más de 100 mil personas en redes sociales, llegando a más de 7,5 millones de personas en una conversación con un alcance de más de 100 millones de personas. Supone recibir más de 500 mensajes diarios en un espacio abierto al diálogo las 24 horas. Se ha multiplicado por 10 la repercusión de la campaña en redes. Un dato fantástico, pero incompleto. Detrás de cada tuit, de cada mensaje en Facebook, hay una historia, unas circunstancias. A veces positivas, y otras no tanto.
Trabajamos para dar aliento a iniciativas de la Iglesia que están en primera línea de batalla: atendiendo personas necesitadas, mujeres esclavizadas por la trata, mayores solos y enfermos, jóvenes desorientados, parroquias que necesitan información. Para eso existe Xtantos, para apoyarnos como la gran familia que somos.
Pero la realidad más reconfortante es otra: los miles de mensajes que nos llegan de personas que han leído algo, han escuchado algo, han visto algo, y nos lo cuentan. Muchas veces directamente nos lo reprochan. Es una circunstancia idónea para establecer una conversación donde se aclara, se aporta documentación y, por qué no, hasta se cuenta algún chiste de 140 caracteres. Logramos tender un puente donde antes había un muro infranqueable.
Con estos ratos de charla amistosa creamos un espacio en el que hallar respuesta a las preguntas que repetidamente sobrevuelan la opinión pública.
En todos estos canales repetimos la frase que encontrarás en la web: «Siempre disponibles para conversar». Es así como el equipo de Xtantos contribuye a esta pequeña gran labor.