La Vanguardia

La CUP pide un órgano de coordinaci­ón de la consulta que incluya a los comunes

- ÀLEX TORT Barcelona

Al fin y al cabo, la última petición de la CUP no deja de ser un nuevo llamamient­o a los comunes para que se sumen al referéndum no pactado: los cuperos reclamaron ayer un órgano de coordinaci­ón para el referéndum en que estén presentes el Govern, PDECat, ERC, Demòcrates de Catalunya, las entidades soberanist­as y, sobre todo, el entorno de los comunes, que lideran Xavier Domènech y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Los cuperos quieren concrecion­es, menos rodeos y transparen­cia. “Hay que ir de cara con el referéndum”, avisaron los miembros del secretaria­do nacional de la formación Quim Arrufat y Núria Gibert, “con una comunicaci­ón pública del Govern de forma transparen­te y pública”. De aquí viene la creación de este órgano, que es, de hecho, una propuesta de la última asamblea general de la ANC, que ha gustado a la CUP y la han recogido. Arrufat y Gibert explicaron en una conferenci­a en el Museu d’Història de Barcelona que esta mesa se debería reunir periódicam­ente y hacer un seguimient­o de todos los mecanismos y garantías que tienen que permitir el referéndum”. Además, tendría que ser un organismo que no deje espacio “a los intereses de los partidos”.

La CUP también pidió un espacio técnico para verificar el referéndum y reivindicó uno de los puntos acordados durante el debate de política general de octubre del año pasado: la constituci­ón de un comité de expertos de juristas nacionales e internacio­nales para fiscalizar el referéndum y que vele para que se cumpla lo establecid­o por la comisión de Venecia en materia refrendari­a. Su cometido no acabaría aquí, porque tendría que hacer un seguimient­o de las respuestas de las respuestas judiciales del Estado.

Los anticapita­listas exigen que el referéndum tenga triple garantía: que el voto exterior esté asegurado, un recuento de votos con funcionari­os en todas las mesas y una campaña “equitativa y libre”, que abra el debate, del sí y del no. La reacción de la CUP quedó clara en palabras de Arrufat: las reuniones mantenidas hasta ahora con el Govern para sacar adelante la consulta “no han sido satisfacto­rias; los calendario­s se han ido retrasando a convenienc­ia, y las firmas, posponiénd­ose”. “La única alianza de la CUP es con el referéndum”, añadió, así que no aceptarán un plan B.

AVISO Arrufat denuncia que las reuniones que se han hecho hasta hoy no han sido satisfacto­rias

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