Urkullu pide a Juncker un papel para las naciones sin Estado en la UE
Pactar los presupuestos del Estado con el Partido Popular y presentarse en Bruselas como adalid de la estabilidad institucional en España no es incompatible con defender “un papel para las naciones sin Estado” dentro de la Unión Europea. Es lo que hizo ayer el lehendakari Íñigo Urkullu en la reunión mantenida con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, la primera con un presidente autonómico español.
“Lo que subyacía” en las conversaciones con Juncker y el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, “era la necesidad de la estabilidad institucional”, explicó. “Tanto uno como otro han reconocido la importancia de la estabilidad como consecuencia de unos presupuestos ad hoc para este 2017 en el conjunto del Estado”, declaró Urkullu al término de su visita. Fuentes europeas confirmaron que Moscovici “tomó nota” del apoyo del PNV a los presupuestos y expresó su deseo de que se ejecuten sin demora “en aras de la estabilidad”.
Las conversaciones con Juncker versaron también sobre la política de refugiados y el debate sobre el futuro de Europa, asunto en el que el lehendakari dejó claras sus reivindicaciones. Europa debe ser “más social”, construirse “de abajo a arriba” y dar un papel más protagonista a “las regiones y las naciones sin Estado”. Urkullu reivindicó “una gobernanza multinivel” en la que estas entidades tenga un papel propio, basado en los principios de “corresponsabilidad y subsidiaridad”. Urkullu auguró que en los próximos años habrá “una sana competencia” entre la conformación de Europa según el marco de los Estados nación y de las regiones y naciones sin Estado, que cree que acabarán teniendo “un papel más importante que hasta ahora”. El dirigente vasco pidió a Juncker que se invite a regiones y ciudades a la cumbre sobre empleo que se celebrará en unos meses en Gotemburgo (Suecia).
El gobierno vasco goza históricamente de excelentes relaciones con las instituciones comunitarias. Urkullu fue recibido por el expresidente del ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, en el 2013, poco después de su elección. Esta ha sido su primer encuentro con Juncker, que ha declinado en cambio reunirse con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, alegando problemas de agenda. La última reunión entre un dirigente catalán y el presidente del ejecutivo comunitario data del 2011.