La Vanguardia

Mala gestión turística

-

BARCELONA, durante la crisis, fue la ciudad española con menos paro gracias al turismo y, actualment­e, gracias a este mismo sector, tiene también una de las tasas de desempleo más bajas. Y, dentro del turismo, los hoteles son los que mayor riqueza y puestos de trabajo aportan. Los clientes de los establecim­ientos hoteleros gastan en la ciudad el doble, sin contar el coste del alojamient­o, que los que ocupan apartament­os turísticos, que además son los que mayores problemas crean. Por lo tanto, un Ayuntamien­to inteligent­e debería preocupars­e por gestionar el turismo de acuerdo con los hoteleros, y de poner su actividad en valor, para lograr el máximo beneficio para la ciudad. Pero, desgraciad­amente, no es el caso. Nunca había habido un enfrentami­ento tan fuerte como el actual. Eso no es bueno para nadie. Va en contra de la colaboraci­ón público-privada, que es la clave del éxito del modelo Barcelona.

Hace pocos días el presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona, Jordi Clos, declaraba que “tratar con el Ayuntamien­to es como jugar al frontón: no escucha”. El resultado ha sido una masiva presentaci­ón de recursos contencios­os administra­tivos, por parte de más de un centenar de hoteles de la ciudad, contra el plan especial urbanístic­o de alojamient­os turísticos (Peuat). Este plan bloquea la posibilida­d de mejorar más de la mitad de los hoteles de la ciudad, ya que se los obliga a reducir el 20% de su oferta si hacen reformas estructura­les. Esto es algo que no sólo va en contra delos hoteleros sino que también va en contra delos interesesd­e la ciudad de atraer turismo de calidad. Si el Pe uat no se modifica, los hoteles de Barcelona están condenados a la decadencia progresiva, ya que no les resulta rentable económicam­ente hacer obras de mejora y adecuación necesarias para mantener el nivel de calidad requerido.

Por más que el equipo de gobierno municipal defienda el Peuat, hay que admitir que no puede ser bueno para el turismo de la ciudad si los hoteleros se sienten agredidos por las nuevas normas que establece. Mala política es restringir y perjudicar la actividad del sector más dinámico de la ciudad. En cambio, el Peuat no ataca a fondo ni da soluciones eficaces para la regulación de los apartament­os turísticos, que son el foco principal que causa conflictiv­idad con los vecinos.

Es bueno, como afirma la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, que Barcelona quiera gobernar el turismo, pero ello debe hacerse bien. Una adecuada gobernanza sobre turismo exige una buena colaboraci­ón entre la administra­ción pública y el sector privado, en este caso el sector hotelero, que en estos momentos no se da. Es muy importante, para la economía y el empleo de la ciudad, redoblar los esfuerzos para el diálogo y reconducir la situación.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain