Atrapados en la estación
Doce personas quedaron encerradas de madrugada en la estación de Molins de Rei por un fallo de coordinación de Renfe
Molins de Rei
Llegar al pueblo de madrugada con dos horas de retraso por culpa de una incidencia en la red de Rodalies y, al intentar salir de la estación, ver que es imposible porque está cerrada. Esta es la situación que vivió una docena de personas la pasada madrugada del sábado al domingo en Molins de Rei, según avanzó ayer el programa de radio El món a RAC 1.
Al llegar a la estación a laz 1.24 horas en un tren que en un principio debía partir de Plaça Catalunya a las 23.13, los usuarios más jóvenes optaron por saltar la valla de la estación. Una pasajera, Yolanda Soriano, necesitó que le pusieran dos palés a modo de escalera para salir. Pero pese al ingenio de los viajeros no todos pudieron escapar. “Éramos unos doce y había una mujer embarazada, otros con un bebé en brazos, un señor que no podía andar y yo, que a mi edad tampoco podía saltar”, explica a este diario Margarita Vicens, de 84 años.
El grupo llamó a la Policía Local en dos ocasiones, pero esta no les podía atender. “Había tres urgencias en el mismo momento”, se excusa el alcalde de esta población, Joan Ramon Casals. La mujer, desesperada, optó entonces por comenzar a dar golpes con las llaves de su casa a una ventana que da al andén de la estación. “Sufría por la chica embarazada, tenía bastante barriga y pensaba que con los nervios podía romper aguas”, recuerda.
Detrás de aquella ventana estaba Jerónimo Padilla. Este hombre vive en la casa del antiguo jefe de estación, que se encuentra anexa a esta. “Estaba durmiendo y al principio no hice caso porque pensé que eran los gamberros de siempre”, reconoce. De hecho, les contestó con un exabrupto en un primer momento. Pero la insistencia de Margarita con sus golpes le hizo dudar. Entonces decidió abrir la ventana: “Era la primera vez que veía una cosa así, pasajeros dentro de la estación cuando ya está cerrada. No podía hacer otra cosa, les ofrecí saltar por mi ventana para poder salir de la estación”, asegura.
Y así lo hicieron. Ayudándose unos a otros, fueron dando un bote por el ventanal, a ras de suelo en el andén pero no en la casa, para entrar en el hogar de Jerónimo y poder salir del recinto. Incluso el hombre con movilidad reducida lo logró.
“Gracias a este señor que nos abrió, si no, no sé qué hubiésemos hecho”, dice Margarita otra vez en casa de Jerónimo, esta vez para recordar la historia. “Le echo la culpa a Renfe, pero también a la Policía Local, estuvimos allí mucho rato”, se lamenta la mujer, que pudo salir de la estación a las dos de la madrugada.
Quien no escurrió el bulto ayer fue Renfe. que reconoció el error: “Ante todo, queremos pedir disculpas a los afectados por el incidente”, declaró el portavoz de la compañía en Catalunya, Antonio Carmona. “Somos conscientes de que no se debía haber producido esta situación y trabajaremos para que no se repita”, se lamentó. Según Renfe, todo comenzó a las 22.11 horas, cuando un atropellamiento en Arc de Triomf causó afectaciones graves en todo el sistema. “Tuvimos que desviar trenes e hicimos que pararan en todas las estaciones para que nadie se quedara sin poder viajar”, explicó Carmona. En aquel momento se activó el protocolo para avisar a todos los responsables de seguridad de las estaciones que los últimos trenes llegarían más tarde. Pero se produjo un “fallo de coordinación” y por eso la estación de Molins de Rei estaba cerrada. El operario ya se había marchado. Antes había responsables de seguridad 24 horas, pero la compañía recortó en este servicio durante la crisis.
“Es una muestra más del vergonzoso servicio que presta Renfe”, resolvió el alcalde de Molins de Rei. Por su parte, el conseller de Territori de la Generalitat de Catalunya, Josep Rull, anunció ayer que se abrirá un expediente a Renfe por esta situación. “Renfe no comunicó a la Generalitat este incidente, que es grave e inadmisible, porque ha habido un error clamoroso en la coordinación interna del servicio”, aseguró.