Trump no tendrá libros
El sector manifiesta su estupor ante la acción municipal
La iniciativa de hacer una colecta de libros con el objetivo de enviárselos a Donald Trump para que “abra su mente” ha sido retirada por el Institut de Cultura de Barcelona, a raíz de la polémica suscitada y las quejas expuestas por varias instituciones.
El Institut de Cultura de Barcelona (Icub) anunció ayer por la tarde que retiraba una polémica acción dentro de una campaña de fomento de la lectura que consistía en que libreros y bibliotecarios de la ciudad recogieran libros para enviarlos a Donald Trump a la Casa Blanca con el fin de “abrir su mente”. La insólita iniciativa había provocado un alud de chanzas en las redes sociales y quejas de asociaciones de editores, libreros, escritores y la oposición municipal.
La acción estaba recogida en un documento –que el Icub dice que era “de trabajo” y que el Gremi de Llibreters envió a sus asociados– en el que se afirmaba que, en grabaciones de vídeo, libreros y bibliotecarios de toda la ciudad responderían a la pregunta “¿qué libro le regalarías a Trump?”, a quien se atribuye “falta de humildad y sensibilidad social”. El Ayuntamiento se comprometía a buscar y enviar esos libros al presidente de Estados Unidos, según se lee en un texto junto a una imagen con un contenedor gigante con la inscripción “To: Donald Trump. Subject: Open your mind. From: #BarcelonaCiutatLlibre”.
El documento, además, contiene varias faltas de ortografía –“llibres escullits” en vez de “escollits” o “prensa” en lugar de “premsa”, entre otras– y permite a los prescriptores escoger “un libro internacional/nacional y otro catalán”, distinción que ha indignado al PEN Català, la Associació Col·legial d’Escriptors de Catalunya y la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana porque “si existen libros nacionales, internacionales y catalanes, ¿dónde queda nuestro lugar? ¿En el ámbito regional, local, provincial, autonómico…? La literatura catalana ha demostrado ser tan universal como cualquier otra”. Estas tres entidades lamentan que la promoción de la lectura “se deje en manos de una empresa de publicidad” que manifiesta ser “incompetente” en la materia.
La asociación de editores Llegir en Català exigió “la retirada de la campaña” y su replanteamiento, pues considera que “en ningún caso fomenta la lectura” y que “nuestra voluntad es que haya más libros en las casas, en los centros educativos y en las bibliotecas, no en la Casa Blanca”. Los editores piden que se abandonen “las políticas de escaparate”.
La campaña levantó un alud de tuits en contra, de escritores como Tina Vallès, Francesc Serés, Albert Villaró o Adrià Pujol, editores como J.C.Girbés o Laura Huerga, periodistas como Emili Manzano o libreros como Isabel Sucunza. Incluso la responsable de Barcelona Ciutat Literària, Marina Espasa, se desmarcó diciendo que ella “no tiene nada que ver” y “suerte que me voy a la ciudad de Kafka”.
La empresa autora de la campaña es After Share, propiedad de Risto Mejide, que ganó un concurso público al que se presentaron siete candidatos y realiza el trabajo por una cantidad de 108.000 euros. After Share se encargó de la última campaña electoral de Jaume Collboni, responsable del Icub.
El documento, con varias faltas de ortografía, es obra de la agencia After Share, de Risto Mejide