El FBI no baja la guardia con Rusia
El jefe interino contradice a Trump y señala que es una investigación mayor
Hay una imagen que describe la crisis abierta por el despido fulminante de James Comey al frente del FBI en medio de la investigación de la interferencia rusa.
Una vez que la tarde noche del martes –se suponía muy tranquila– trascendió la sorprendente decisión del presidente Donald Trump, los reporteros se desplazaron a la Casa Blanca. Querían saber más. Se encontraron con que el portavoz Sean Spicer, al divisarlos, optó por esconderse entre los setos. Demasiado tarde.Ya lo habían divisado y su fotografía de portavoz entre el ramaje empezó a circular en las redes sociales como una metáfora satírica del ocultismo del Gobierno.
La tormenta, en medio de las contradicciones de la Administración, continúa alimentando la narrativa de que Trump sólo pretendía castigar a Comey por su perseverancia en indagar la vinculación de su campaña con Moscú. En cambio, esta exhibición de autoritarismo, al más puro putinismo, no hace más que alentar la necesidad de esas pesquisas.
En la carta de despedida de Comey a sus colegas, en la que reconoce que el presidente puede echar al director de la agencia por cualquier razón o por ninguna, les marca una línea de actuación como testamento. “He dicho en otras ocasiones que en tiempos de turbulencias, los norteamericanos deben ver al FBI como un bastión de competencia, honestidad e independencia”, escribió.
Andrew McCabe, su segundo y hoy director interino de la oficina federal, compareció ayer en el comité de inteligencia del Senado con un mensaje claro, que confronta totalmente el relato oficial. De entrada, McCabe aseguró que informará “de inmediato en caso de cualquier interferencia” (de la Casa Blanca y sus satélites) en la investigación sobre la intrusión de Rusia en las elecciones. Matizó que “nada ha impedido hasta la fecha nuestro esfuerzo”.
Esta misma semana, el Twitter de Trump arremetió contra esta indagación y sostuvo que era sólo una farsa para tapar la vergonzosa derrota de los demócratas. La portavoz Sarah Huckabee Sanders (sustituye esta semana al todavía desaparecido Spicer) afirmó el miércoles que el asunto ruso era “una de las cosas más pequeñas que tiene el FBI entre manos”. Pero McCabe replicó que “es una de las investigaciones de mayor significado” en la que están trabajando.
A preguntas del senador republicano Marco Rubio, el director interino le respondió que la agencia no será disuadida de cesar en sus pesquisas por presiones exteriores. “No se puede parar a los hombres y mujeres del FBI de que hagan las cosas correctas, que es proteger a los ciudadanos y mantener la Constitución”.
Ante la insistencia de lo que puede suceder con este asunto, una vez que se ha ido Comey, su sustituto aseguró: “Vamos a continuar enérgicamente y hasta el final, absolutamente”. También consideró que “disponen de los recursos suficientes” para sacar adelante esta labor sobre la posible confabulación de la campaña de Trump con el Kremlin. De esa manera respondió sin responder a la noticia de que su antecesor había pedido más medios justo hace unos días.
En realidad, el convocado para esta comparecencia era Comey, aunque le tocó acudir a McCabe.
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