¡Esto ya lo he visto, y mejor!
Alien Covenant Dirección: Ridley Scott
Intérpretes: Katherine Waterston, Michael Fassbender, Demián Bichir, Danny McBride,
Producción: EE.UU., 2017. 123 m. Anticipación y terror.
No, con Alien no se juega. Ni precuela de la primera ni poscuela de la última, ni nada. La cosa, por dejarse arrastrar por el chiste fácil, no cuela. Hay mucho de decepción en esas dos estrellas con la que uno adorna/ castiga esta reseña de Alien Covenant, de Ridley Scott, Competente en su realización, lo que ya sería suficiente si no fuera porque se pierde uno muy pronto en su forzada lógica narrativa, arrastrada por la busca a toda costa de sensaciones fuertes que acaban por crear hastío, como de cosa ya vista...
Incluso te indignas cuando, y no descubro nada, los astronautas de la nave en cuestión (Covenant) descienden en un nuevo planeta sin ningún tipo de protección. ¡Por Dios, que desde el primer Alien ha pasado el sida, el ébola y el zika! ¡Un casco, por favor! En la tierra es obligatorio para los motoristas y pronto lo será para los ciclistas. ¡Que es un planeta desconocido! ¡Que se pongan un traje espacial al menos! Aunque tampoco importa porque los protagonistas del desastre en ciernes son masa, sin interés. Ni siquiera Katherine Waterston, que emula a la teniente Ripley, lo tiene. Más que Diez negritos, a lo Agatha Christie, son recursos de guion con la única excepción del sintético desdoblado en dos (Fassbender).
Scott no tiene aquí norte ni guía. Estamos ante una previa de Alien (1979), que sentó las bases del terror en el espacio y que uno, cuando lo recuerda, lo hace todavía con inquietud, fascinación y estremecimiento. Nada que ver con este Alien
Covenant que se erige, más bien, por si mismo, como una especie de grandes éxitos de la serie. Colección de momentos estelares de las dos primeras entregas especialmente: el Alien fundacional de Ridley Scott, y el militarote y marchoso
Aliens de James Cameron. Sin la excitación de lo nuevo, sin sorpresa renovada, pues. Sin emoción. Como una calcomanía bonita pero desvaída. Para quienes no sepan de qué va la cosa, este Alien Covenant puede resultar entretenido, aunque confuso y vacío. Los que saben algo, por poco que sea, dirán: ¡Eso ya lo he visto antes! ¡Y mejor!