El plan favorece el contacto entre Montbau y Sant Genís
ar labores médicas y docentes. La racionalización de estos recorridos, ahora tortuosos, ha sido pues determinante. Dicho eje longitudinal es atravesado por otros longitudinales, de cota fija, que enlazan instalaciones sanitarias y facilitan además la relación entre los vecinos de Montbau y Sant Genís. Esta atención doble, a los usuarios del hospital y a sus vecinos, ha sido una clave del éxito de BAAS y Espinet/ Ubach.
Espacio verde de conexión. El proyecto ganador propone mantener los principales edificios existentes –hospital general, maternidad, traumatología...–, al tiempo que se esponja el recinto mediante el derribo de edificios menores, la concentración de sus funciones en el nuevo centro de investigación, la eliminación de aparcamientos en superficie y la disposición de zonas boscosas, la principal en su parcela central. También derriba la actual cerca perimetral. Así se restituye la configuración natural de Collserola y se subraya el carácter mediterráneo de la operación. Así se abre, además, el recinto hospitalario a los vecinos de los barrios colindantes, a los que se brinda un nuevo espacio público y nuevas vías peatonales. Esa conciencia urbana, junto a la sanitaria, ha sido también determinante para la victoria de este proyecto.
Coches fuera. En el futuro recinto del Vall d’Hebron no habrá espacio para el coche privado. Estos deberán aproximarse a las instalaciones hospitalarias circulando por el anillo perimetral y estacionarse luego en los aparcamientos, ya sea el del centro de investigación u otro situado debajo de la Ronda. Ambulancias y demás vehículos autorizados podrán circular por un bulevar de acceso en la parte derecha del recinto. Pero la idea que prima no es la de trama de calles, sino la de un campus. “Hemos intentado –concluye Jordi Badia, director de BAAS– aprovechar el diseño del nuevo centro de investigación para proponer un proyecto sanitario de futuro integrado en un entorno natural y amable”.