Doble incertidumbre
Aunque aún aspira al doblete, en el Barça se habla más de futuro que de presente
Quitando los cuatro parones de selecciones y la Navidad, el Barcelona no tenía ocho días para preparar un partido desde el pasado mes de agosto, entre la primera y la segunda jornada. Sin embargo, la eliminación de la Champions y no depender de sus propios resultados para ganar la Liga han instalado Barça en una especie de purgatorio. Pese a que el equipo azulgrana aún aspira al doblete Liga-Copa, que ya dio brillo a la temporada pasada, en el ambiente flota cierta sensación de limbo en la planificación ya que aún no se conoce el nombre del sustituto de Luis Enrique y las semanas tan largas son propicias al carrusel de nombres de jugadores futuribles.
Pese a todo, los resultados no se han resentido. Después del Juventus, el Barça encadena cuatro victorias en la Liga, donde deben aguardar una derrota del Madrid en los tres partidos que les quedan. Una prueba más de que la mentalidad ganadora es uno de los puntos de este vestuario. De hecho, los azulgrana exhiben una altísima fiabilidad en duelos decisivos, algo que genera confianza de cara a la final contra el Alavés del 27 de mayo.
Aunque se hable más del futuro inmediato que del presente, la Liga está en juego. El equipo viaja hoy a las Canarias para jugar mañana contra el Las Palmas. Para el duelo, Gerard Piqué, que no se ha entrenado los tres últimos días por malestar tras un virus, está casi descartado, lo que deja la defensa bajo mínimos, por la sanción de Sergi Roberto, la lesión de Digne y que Mathieu no juega desde Turín.
Tampoco ayuda a la normalidad la tensión vivida la semana pasada entre Neymar y Juan Carlos Unzue por una apreciación táctica que subió de tono. Según Mundo Deportivo, tras el mal rollo, Ney llegó a decir que se marcharía si el ayudante se quedase. Es el primer enganchón que sale a la luz desde que en enero del 2015 trascendió el rifirrafe de Messi con Luis Enrique justo antes del terremoto de Anoeta.
Dos meses y medio después del anuncio del asturiano de no ser el entrenador la próxima temporada, el club aún no ha comunicado –no lo hará hasta después del último partido– el nombre del nuevo inquilino del banquillo. Los nueve títulos ganados –incluida la Champions del 2015– ya convierten a Lucho en uno de los técnicos más exitosos pero no es lo mismo despedirse con un doblete que en blanco. Bien lo sabe Martino, que se quedó a dos partidos de ganar el doblete: cayó en la final de Copa y no pasó del empate en casa frente al Atlético en la última jornada. Entonces el club hizo tabla rasa. Apostó por Luis Enrique y se hicieron 8 fichajes. Nada que ver con la evolución que prevé la cúpula ahora, aunque la opinión puede cambiar dependiendo del epílogo. Es la doble incertidumbre que vive el Barça, la del presente y la del futuro inmediato.
DEFENSA BAJO MÍNIMOS Piqué no se ha entrenado los tres últimos días por un virus y está casi descartado para viajar hoy a Las Palmas