55 años y todavía juntos
Mañana se cumplen 55 años de la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía celebrada en Atenas el 14 de mayo de 1962. Esta semana los padres de Felipe VI han tenido especial protagonismo por su presencia en varios actos, incluido un viaje relámpago a Oslo para felicitar a los reyes Harald y Sonia por su 80.º cumpleaños. También acudieron juntos, el lunes, al acto de entrega de la medalla de oro de la Academia de Medicina a la infanta Margarita y el jueves compartieron escenario con Felipe y Letizia en la misa celebrada en la capilla del palacio real en memoria de la infanta Alicia.
El cambio en la pareja en los últimos meses se ha hecho más evidente en Oslo. Las vísperas de su 55.º aniversario de boda no tienen nada que ver con las que precedieron a sus bodas de oro, en el 2012, cuya celebración quedó abortada tras los sucesos de Botswana, acaecidos en torno al 14 de abril de aquel año. Los dos años siguientes, Juan Carlos, enfadado con el mundo y con él mismo, estaba intratable pero desde hace al menos un año, que se sepa, la relación entre ellos ha recuperado la cordialidad y cierta complicidad, como se aprecia en sus comparecencias conjuntas. Finalmente se tienen el uno al otro ahora que, desde su misma casa, no siempre se les tiene en cuenta.
LOS MISMOS Y DIFERENTES
A los festejos convocados en Atenas por la boda de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia acudieron representantes de todas las casas reales entre los que se incluían algunos, nacidos a finales del siglo XIX o inicios del XX, que habían sido testigos de la desaparición de la mitad de las monarquías europeas, algunas, como la rusa, de forma tan traumática que dejó a todos sus parientes reales aterrorizados y dispuestos a aceptar unos cambios que permitieran su supervivencia.
Esta semana en Oslo, las familias reales se han vuelto a juntar en un festejo, en este caso la doble celebración del 80.º cumpleaños de los reyes Harald y Sonia. Las monarquías del norte de Europa son las únicas que han conservado el trono en el último siglo; las que quedaban tras la Primera Guerra Mundial cayeron en bloque al final de la Segunda, incluida la griega que fue un efecto retardado. España es el único país de Europa que recuperó un régimen monárquico apuntándose, eso sí, al sistema constitucional con un poder meramente representativo, fórmula que había garantizado la continuidad de las monárquicas del norte, incluida Gran Bretaña.
Desde la reunión de testas coronadas convocada hace 55 años por la boda de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia a la celebrada esta semana en Oslo no ha cambiado el ornato pero sí las normas de acceso al club, con la incorporación de los antiguamente llamados plebeyos, y, lo más importante, la obligación de rendir cuentas.
CRISTINA
EN PALACIO
La infanta Cristina estuvo presente el pasado jueves en el funeral que se ofició en la capilla del Palacio Real en memoria de la infanta Alicia de Borbón-Parma, tía política del rey Juan Carlos. Por primera vez, desde que se hizo pública la sentencia del caso Nóos, la infanta apareció en público y fue su primera asistencia a un acto institucional desde la proclamación de su hermano como Rey. Cristina se sentó junto a su hermana, Elena, y sus tías, Pilar y Margarita. Los reyes Juan Carlos y Sofía saludaron cariñosamente a su hija a su llegada a la capilla, pero ni el Rey, ni la Reina lo hicieron, al menos, en público. La ceremonia religiosa, que estaba incluida en la agenda de actos oficiales de la familia real, tuvo acceso restringido a la prensa y desde la Zarzuela se hizo lo imposible por evitar dar relevancia a la presencia de Cristina.