Girona es una paleta de color
Temps de Flors reúne 195 montajes, la mayoría en el Barri Vell
La veterana guía turística Rosa Duran insiste a su grupo en que tenga paciencia, que no les dé pereza hacer unos minutos de cola para contemplar las vistosas composiciones del interior de patios y monumentos porque vale la pena la espera. No son ni las 11 de la mañana y aparecen las primeras aglomeraciones frente a los Baños Árabes o la iglesia de Sant Martí, dos de los montajes estrella de la 62.ª edición de Temps de Flors, la exposición floral al aire libre convertida desde hace años en el principal acontecimiento turístico de Girona. “La ciudad es una paleta de colores”, afirmó ayer, durante la inauguración de la muestra, la alcaldesa, Marta Madrenas.
Un total de 195 espacios entre patios públicos y privados, jardines, monumentos o parajes naturales, la mayoría ubicados en el Barri Vell, forman parte de ese gran itinerario floral y pétreo que cada vez congrega a más visitantes foráneos. La joven Celeste Ligue, de San Francisco, que ha pasado unos días en Barcelona, pide ser retratada frente a la imponente escalinata de la catedral. A diferencia de otros años, el montaje es menos colorista, pero permite a los turistas subir y bajar los 90 peldaños e integrarse en la composición, diseñada con espejos, cañas y 2.000 varas de la delicada flor del sauce cabruno.
Entre las novedades de este año destaca un recorrido de más de tres kilómetros desde el paseo Arqueológico hasta la montaña de la O, pasando por el camino del Calvario o la reapertura del refugio antiaéreo del Jardí de la Infància, que durante la Guerra Civil protegió de los bombardeos a más de 700 personas. La crisis de los refugiados también ha sido protagonista en algunas composiciones florales, como la realizada por la escuela de los Maristas, que evoca el éxodo sirio, o la de la Plataforma Girona Acull, que recuerda la tragedia en la playa ceutí de Tarajal, cuando un grupo de subsaharianos y marroquíes que querían llegar a nado a las costas españolas perdieron la vida. En el lugar elegido para estos montajes, el Mirador de les Dones, reinaba ayer el silencio.
Por primera vez, un grupo de artistas japoneses de Osaka participa en la muestra con varias composiciones, entre ellas una que reproduce el movimiento de los pétalos de los cerezos, en los Jardins dels Alemanys. “Me parece una excelente promoción para la ciudad, un aliciente para la gente de fuera”, manifestaba ayer un vecino de La Garriga, de visita Girona con un grupo de amigos.
El poder económico de Temps de Flors lo gozan los hoteleros, que ayer colgaron el cartel de completo, y los restauradores, que durante estos días doblan y hasta triplican turnos. Los más perjudicados, los vecinos del Barri Vell, que deberán convivir hasta el 21 de mayo con aglomeraciones en sus calles. Por primera vez, voluntarios de Protección Civil les abrirán paso entre la multitud para llegar a sus casas. si así lo requieren.
Los hoteleros colgaron ayer el cartel de completo y los restauradores triplicaron turnos