EE.UU. no quiere portátiles en los vuelos desde Europa
Europa pide a Washington que justifique la posible medida
Estados Unidos sopesa ampliar a los vuelos procedentes de Europa la polémica medida de vetar la presencia a bordo de ordenadores portátiles, tabletas y reproductores de DVD. La medida, anunciada ayer como “muy probable” por un portavoz del departamento de Seguridad Interior de la Administración Trump, ha pillado por sorpresa a los países europeos, que reprochan a Washington su pretensión de actuar de forma unilateral.
Los gobiernos y autoridades europeas, explicaron ayer varias fuentes, carecen de información que justifique tan drástica decisión y ayer trataron de que Estados Unidos reconsidere su postura durante las reuniones mantenidas en Bruselas con la número dos del departamento de Seguridad Interior, Elaine Duke. “En la reunión, ambas partes intercambiaron información sobre la evolución de las graves amenazas para la seguridad aérea y las formas de responder”, afirma la declaración conjunta emitida ayer. Los representantes europeos trataron de persuadir a la delegación estadounidense de los elevados estándares de seguridad y los medios de detección con que cuentan sus aeropuertos. Las conversaciones continuarán la próxima semana en Washington con el fin de “seguir analizando los riesgos compartidos y las soluciones para proteger a los pasajeros”.
Ninguna información oficial ha trascendido sobre la naturaleza de la amenaza que ha llevado a la administración estadounidense a aplicar la polémica medida, que actualmente se aplica a los vuelos procedentes de una decena de aeropuertos en países de Oriente Próximo. Quien sí lo sabe, de acuerdo con el diario The Washington Post, es el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, a quien el presidente Donald Trump habría revelado información confidencial obtenida de un aliado (se cree que Israel) sobre los planes del Estado Islámico de usar ordenadores portátiles para atentar contra vuelos comerciales. Washington defiende que Europa y países como Australia, se enfrentan a los mismos riesgos.
España –representada por la secretaria general de Seguridad Aérea, Isabel Maestre– fue uno de los países invitados a la reunión con la Comisión Europea y los representantes estadounidenses. “Los obstáculos al tráfico aéreo no nos gustan pero habrá que escuchar lo que nos dicen los americanos”, explicaron fuentes diplomáticas antes del encuentro. La prioridad de España y de la UE es que cualquier medida que se tome se aplique de forma uniforme y no sólo a algunos aeropuertos.
Las aerolíneas observan con preocupación los planes de Washington, que pueden ser sólo el comienzo de una medida de alcance global. Ampliar el veto a los portátiles y tabletas a bordo de los aviones causará alteraciones significativas en especial al segmento de viajeros de negocios de los vuelos transatlánticos, ha advertido el responsable de la Asociación Internacional del Transporte aéreo (IATA), Alexandre de Juniac, que pone en duda que esa sea la mejor manera de mejorar la seguridad aérea. “Viajar con el portátil es parte de nuestra vida diaria” y “no estamos seguros de que el veto sirva a esta amenaza ni en qué tipo de información de inteligencia se basa”, declaró ayer Juniac. La IATA se ha dirigido por escrito a la Administración Trump y la Comisión Europea para expresar su “gran preocupación” por el impacto de la medida en el tráfico aéreo y sus costes de aplicación. La asociación propone reforzar los controles previos al embarque en lugar de
UNA PEQUEÑA INDISCRECIÓN Trump pudo revelar a Rusia un plan del Estado Islámico de atentar con portátiles
EXTENSIÓN DE LA MEDIDA El veto a la presencia de aparatos electrónicos a bordo se aplica por ahora a Oriente Medio
forzar a todos los viajeros a facturar sus aparatos. El coste del tiempo perdido por los pasajeros por la imposibilidad de utilizar sus portátiles durante los vuelos y la espera para recoger el equipaje facturado se elevaría a 1.100 millones de dólares en los vuelos transatlánticos, según la IATA.