Huelga general en Grecia por los nuevos recortes
Grecia volvió ayer a sufrir una huelga general contra las nuevas medidas de austeridad que debe votar hoy el Parlamento. El paro, aunque desigual, afectó el funcionamiento de hospitales, transportes y administración en todo el país. A pesar del aguacero que caía sobre Atenas, unas 12.000 personas, según cifras de la policía, se manifestaron en distintos puntos de la capital –el sindicato Pame, controlado por los comunistas, siempre marcha por separado–. Hubo altercados aislados en la plaza Sintagma.
Allí se encuentra el Parlamento, donde hoy los diputados votarán el último paquete de reformas y recortes exigido por los acreedores internacionales para desbloquear el último tramo del rescate. Las medidas incluyen una reducción de las pensiones –es el 13.º recorte desde el 2010– y subidas de impuestos en los próximos tres años. Los sindicatos lo ven como un nuevo memorando –sería el cuarto– que a diferencia de los tres anteriores no prevé contrapartidas económicas.
El sindicato griego de policía desplegó una gran pancarta en el monte Licabeto, preguntando en griego y en alemán: “¿Cuánto vale la vida de un policía, señor Tsipras y frau Merkel?”. Por primera vez en mucho tiempo se sumaron a la huelga los controladores aéreos, con un paro de cuatro horas que obligó a cancelar o alterar unos 150 vuelos. Metro, bus y tranvía sólo cumplieron servicios mínimos en Atenas, y no hay ferries a las islas desde el martes. Ningún periódico salió a la calle, y la programación de las cadenas de televisión también se vio alterada.
El primer ministro, Alexis Tsipras, del partido izquierdista Syriza y llegado al poder en el 2015 con la promesa de acabar con la austeridad, es vilipendiado por los sindicatos, que le acusan de “someterse a los diktats de los acreedores”. Tsipras ha defendido los tijeretazos adicionales con la promesa de que cada uno irá acompañado de una medida de alivio y el argumento de que cerrar la segunda evaluación del rescate permitirá que Grecia pueda entrar en un programa de alivio de la deuda a partir del 2018, salir paulatinamente a los mercados y dar carpetazo a la era de rescates.