El hijo de Bin Laden se postula para tomar las riendas de Al Qaeda
Hamza, de 28 años, difunde un mensaje alentando los atentados en Occidente
Al Qaeda parece estar aprovechando el momento de decadencia del Estado Islámico para llamar a cometer atentados en todo el mundo en el mismo estilo que el grupo de Abu Bakr al Bagdadi. Y quién mejor que el mismísimo hijo de Osama bin Laden para llamar la atención.
Hamza bin Laden, que de niño y de adolescente apareció en fotos al lado de su padre en Afganistán, tiene ahora unos 28 años y permanece oculto, quizás en Pakistán. Su hermano Jalid pereció en el asalto estadounidense al refugio paquistaní de Bin Laden en el 2011, y el mayor, Saad, fue víctima de un dron de EE.UU. en el 2009.
Ha sido ahora, pocos días después del aniversario de la muerte del fundador de Al Qaeda cuando la red yihadista ha aprovechado para lanzar un mensaje del que podría ser su verdadero heredero. El líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, no tiene el carisma de Osama bin Laden, pero está por ver si el hijo también podría tenerlo...
El mensaje de Hamza es únicamente de audio –en árabe con traducción al inglés– y está acompañado de un vídeo de 10 minutos en el cual no aparece. En su lugar, se muestran imágenes de, por ejemplo, el atentado mortal contra el embajador ruso en Turquía en diciembre.
En los últimos dos años, Al Qaeda ha divulgado cuatro mensajes de Hamza bin Laden, pero este, por el momento en que llega, da a entender que el niño de oro de los yihadistas está muy alto en el escalafón.
¿Qué dice Hamza? Nada especialmente sustancioso. Como objetivos señala a los judíos, a los cruzados y, como novedad, a los rusos. Lo interesante es el tono. El mensaje pretende promover atentados de lobos solitarios para “vengar” a los “hijos de Siria”, las “viudas de Palestina”, las “mujeres de Irak” y los “huérfanos afganos”. A este fin, se dirige a los aspirantes a yihadista en tono paternalista, dándoles consejos. El mensaje se titula: “Consejos a los que buscan el martirio en Occidente”.
“Practica la paciencia y la reflexión”; “busca el más alto grado de perfección en tus acciones”; “sé profesional en la elección de tus armas; si puedes utilizar un arma de fuego, bien; si no, las opciones son muchas”.
Al igual que hizo el Estado Islámico, Hamza bin Laden –y días atrás, el jefe de Al Qaeda en la Península Arábiga, Qasim al Raimi– dice a los hipotéticos reclutas que no se “subestimen” a sí mismos y que no es necesario que acudan al campo de batalla porque “las operaciones individuales ejecutadas con profesionalidad en Occidente” han superado con creces los efectos de otras acciones en Oriente.
Este tipo de mensaje, clavado al del EI, insiste en que si el lobo solitario no puede atacar a los “cruzados americanos”, ataque a “los estados cruzados miembros de la OTAN”. Y “en tanto Rusia ha olvidado lo que probó en Chechenia y Afganistán, y ha vuelto a interferir en los asuntos del islam, no la excluyáis de vuestros objetivos prioritarios”.
El exagente del FBI Ali Soufan, del observatorio del yihadismo The Soufan Group, cree que Hamza bin Laden “está siendo preparado para la alta dirección de Al Qaeda y probablemente en la unificación del movimiento yihadista global”. Apunta a la hipótesis de que, con el EI golpeado en Irak, ambos grupos podrían fusionarse.
Al Qaeda aprovecha el momento bajo del Estado Islámico, atizado en Irak, para llamar la atención