Armonía en la comunión de Sofía
La hija pequeña de los Reyes recibe el sacramento junto a sus compañeros de colegio
Como su propio nombre indica, una foto de familia es una imagen que reúne a un grupo de personas con un objetivo común. En este caso, además, todos son parientes unidos en torno a una niña, la infanta Sofía, en el día de su primera comunión ofreciendo una imagen de armonía y regalando gestos de complicidad entre ellos.
Sofía de Borbón Ortiz, 10 años recién cumplidos (los hizo el 30 de abril), recibió ayer la primera comunión como una alumna más del cuarto curso de primaria del colegio Santa María de los Rosales. Como su hermana, la princesa Leonor, la hija menor de los Reyes lució el uniforme escolar, compuesto de falda gris, camisa blanca, corbata azul con rayas amarillas y americana azul marino, ennoblecido para la ocasión con el escudo bordado en oro del colegio y portando un rosario como símbolo religioso. El escenario: la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, ubicada en Aravaca, el mismo barrio residencial de Madrid en el que también se encuentra el colegio. La familia real y la de la Reina asistieron a la ceremonia, así como el padrino de la niña, Constantino de Bulgaria
Desde el mismo día de su proclamación, el Rey ha hecho una separación entre la representación de la Corona y sus creencias religiosas. Esta decisión convirtió ayer la celebración, como ya sucedió con la princesa Leonor, en un acontecimiento estrictamente familiar. La niña fue una más entre los otros veinte alumnos de su misma clase junto los que en los últimos meses ha recibido la catequesis. El Santa María de los Rosales, en cuyo ideario consta su carácter de centro católico, impone a sus alumnos que la ceremonia se celebre en día lectivo y el uso obligatorio del uniforme. Tanto las primeras comuniones (con alumnos de 4º de primaria) como las confirmaciones (en 1º de bachillerato) tienen carácter oficial y festivo dentro del colegio. Con esas normas se pretende destacar el carácter religioso del sacramento para evitar los aspectos mundanos. A pesar de que se ofrece formación católica, no tiene carácter obligatorio para los alumnos cuyos padres no lo desean.
En la celebración de ayer, los Reyes y la princesa Leonor ocuparon tres lugares del banco que les correspondió por su apellido, mientras los abuelos, los reyes Juan Carlos y Sofía, Jesús Ortiz (acompañado de su esposa, Ana Togores) y Paloma Rocasolano (también madrina de bautismo de Sofía); la bisabuela, Menchu Álvarez del Valle, de 89 años, y el padrino de la niña, el príncipe Constantino de Bulgaria, ocuparon un banco por detrás de los que ocuparon el resto de los padres de los comulgantes.
El rey Juan Carlos recuperó su vieja costumbre de hablar a través de sus gestos y se mostró extraordinariamente cercano con la reina Sofía, a quien tomó de la cintura en varias ocasiones y con quien hizo varios apartes dejando el primer plano a los Reyes y a las niñas; también dio muestras de complicidad con la reina Letizia y con sus dos nietas, la princesa Leonor, especialmente atenta a sus cariños, y la infanta Sofía, protagonista del día.
Las dos hermanas, ya muy sueltas en público, saludaron junto a su padres a cuantos se habían acercado al recinto de la iglesia. Leonor, vestida con un traje azul tableado con encaje en cuello y mangas, cedió el puesto a su hermana, reina por un día.