“Tenemos derecho a la autodeterminación”
Falah Mustafa Bakir, jefe de política exterior del Kurdistán iraquí
No es raro que el ministro de Exteriores del Kurdistán iraquí visitara la semana pasada el Parlament de Catalunya, teniendo en cuenta al menos que el proceso suele aparecer en medios kurdos y que el Gobierno Regional del Kurdistán se dispone a celebrar –¿en octubre, noviembre?– un referéndum de independencia, con su Parlamento cerrado “por diferencias políticas” pero con todos los partidos de acuerdo, según Falah Mustafa Bakir, un hábil diplomático que presentó en el Cidob el Kurdistán como “una isla de estabilidad y seguridad” en Oriente Medio, con petróleo, gas... El apoyo de Estados Unidos durante años, su posición estratégica y la guerra contra el Estado Islámico –con las fotos de las mujeres combatientes en las filas de los peshmerga– han hecho mucho por el Kurdistán iraquí, que acoge 36 delegaciones diplomáticas, entre ellas de los cinco miembros fijos del Consejo de Seguridad de la ONU, siete países árabes y la mayoría de europeos. El diplomático sonríe cuando se le comenta que eso es bueno para sus planes. “Hemos creado una comisión para hablar con Bagdad, porque esto es un proceso y somos serios, queremos dejarlo claro a nuestros socios. Es una decisión irrevocable y queremos hacerlo de forma correcta”.
¿Quieren que Bagdad esté de acuerdo con el referéndum? ¿El federalismo ya no basta? No, queremos que Bagdad sea consciente, implicarla en el resultado. Tenemos el derecho a la autodeterminación, reconocido en la Carta de la ONU. Pensábamos que el federalismo era un sistema más amplio que la autonomía y que seríamos parte de un Irak democrático, pero Bagdad siempre abordó nuestra cuestión de forma táctica: cuando era fuerte nos presionaba, cuando era débil nos ofrecía algo. Bagdad actúa sobre la base de mayorías y minorías, y la mayoría es árabe. Pero no puedes aplicar esta base cuando se trata de nacionalidades distintas. No queremos que Bagdad nos de permiso, sino abrir un diálogo.
¿Prevé, a partir de su independencia, una división del país entre chiíes, suníes y kurdos? Cuando vino EE.UU. a liberar Irak en el 2003 hubo una gran oportunidad para instalar un sistema con tres o más regiones federadas. El Kurdistán ya tenía su Parlamento e instituciones; la cuestión era el resto de Irak. Al principio los suníes no querían y luego los chiíes no han querido. La mejor solución sería que los suníes tengan su propia región. Pero si quieren un sistema federal o confederal eso se lo dejamos a ellos, chiíes y suníes…
¿Y qué pasa con Mosul y la provincia de Nínive? Nínive es muy diversa: hay árabes, kurdos, turcomanos, caldeos, asirios, siríacos y armenios. Tienes chiíes, suníes, cristianos, yazidíes... Hay zonas que son parte del Kurdistán históricamente y otras que no. La división administrativa no debería ser un tabú, a fin de tener estabilidad. Probablemente habrá una región autónoma para los cristianos en la llanura de Nínive, lo han pedido. Probablemente los yazidíes pedirán una provincia descentralizada y sería posible. Bagdad tiene que abrirse a acuerdos. En Oriente Medio hay mucha oposición a la descentralización. Es un error, porque cuando hay comunidades diversas hay que permitirles tener la sensación de que tienen algo que decir sobre su futuro… Eso fortalecerá tu sistema, no lo debilitará.
Al parecer la guerra contra el Estado Islámico (EI) les ha permitido incrementar su territorio en un 40%. ¿Van a conservarlo? Las fronteras están claras. La línea del 2003 no corresponde a las fronteras del Kurdistán; es la línea en la que los peshmergas y el ejército iraquí se mantuvieron tras el levantamiento kurdo de 1991. No se puede decir que ahora estamos fuera de nuestras fronteras. Cuando llegó el EI, los peshmerga deberían haber sido parte de la defensa nacional pero Bagdad no nos dejó beneficiarnos de lo que aportaron EE.UU. y la OTAN, que tardaron diez años en reconstruir el ejército iraquí y que, desgraciadamente, con el primer ministro Nuri al Maliki se convirtió en un ejército sectario –chií–. El EI apareció por las políticas erróneas del ex primer ministro y cuando llegó, el ejército se colapsó, se rindió. Los peshmerga tuvieron que llenar el vacío. Nunca plantemos nada sobre a quién pertenecían esas zonas.
Así que no se retirarán… Nos quedaremos donde estábamos hasta el 17 de octubre del 2016 –inicio de la guerra contra el EI–. En cualquier otro lugar en que hemos formado parte de la liberación de Mosul desde esa fecha discutiremos con los iraquíes y las comunidades locales qué mecanismos podemos aplicar antes de retirarnos.
¿Cómo ve el futuro de los kurdos en Siria? Usted ha dicho que el Kurdistán independiente quiere tener buenas relaciones con todos sus vecinos… Somos una nación dividida entre nuestros vecinos. Hay que ver la realidad: hablamos sólo del Kurdistán iraquí. Somos parte de Siria, Irak, Turquía, Irán, y cada parte tiene sus características. Es lo que hay. Luchamos por nuestros derechos en Irak, en Siria luchan por sus derechos. Quizás en cinco, diez, quince, veinte años las dinámicas cambien y haya una situación nueva.
DIVISIÓN ADMINISTRATIVA “Probablemente habrá una región autónoma para los cristianos en Nínive”