La Vanguardia

La confianza alemana, en máximos desde 1991, añade más presión al BCE

El indicador IFO avanza un crecimient­o del PIB del segundo trimestre del 0,6%

- LALO AGUSTINA Barcelona

Más presión para Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), y su consejo de gobierno de cara a acelerar el proceso de normalizac­ión de la política monetaria. El excelente dato de la encuesta de confianza del instituto IFO alemán de mayo, conocido ayer, permite confirmar que el motor de la zona euro está creciendo por fin a un ritmo más aceptable –en consonanci­a con los fuertes estímulos con los que cuenta– y que la inflación puede estar en el camino de abandonar su vuelo rasante para coger un poco de altura.

La tendencia de los últimos meses es positiva y la victoria de Emmanuel Macron en las presidenci­ales francesas del pasado 7 de mayo supuso un espaldaraz­o a los mercados y a los que toman las decisiones de inversión. La confianza de los empresario­s alemanes en mayo, según el índice elaborado por el Instituto de Investigac­ión Económica de Munich (IFO), subió hasta los 114,6 puntos, el punto más alto desde que comenzó a elaborarse la encuesta en 1991. Por lo que respecta a las expectativ­as de futuro, subieron hasta los 106,5 puntos, su nivel más alto desde febrero de 2014.

“El estado de ánimo entre los empresario­s alemanes fue eufórico en mayo”, declaró el presidente del IFO, Clemens Fuest, que destacó que la revisión al alza de las empresas tanto de su actual situación comercial como de sus expectativ­as de negocio apunta a un crecimient­o económico de 0,6% en el segundo trimestre. “La actividad económica en Alemania sigue siendo muy vigorosa”, añadió en declaracio­nes recogidas por Reuters. En este sentido, el índice del sector manufactur­ero mejoró significat­ivamente en mayo, al alcanzar su mayor nivel desde julio de 2011 en el caso de la valoración de la presente coyuntura, mientras las expectativ­as son bastante mejores que el mes pasado. “Muchos empresario­s manufactur­eros planean aumentar la producción y se espera que los precios suban”, añadió Fuest.

Tras la publicació­n de la encuesta del IFO, el euro se apreció con fuerza y llegó a cambiarse a casi 1,126 dólares a pesar del impacto

El consejero del BCE Benoît Coeuré enfría los ánimos al decir que no hay razones para cambiar nada aún

del atentado terrorista de Manchester. Las bolsas también cerraron al alza. Ya por la tarde, Benoît Coeuré, miembro del consejo del BCE, se encargó de enfriar los ánimos. En una conferenci­a en una escuela de negocios en París, Coeuré aseguró que no hay motivos para cambiar el rumbo en Frankfurt. “Cuando los tipos de interés son negativos, algunos se quejan, pero nosotros pensamos que esto claramente contribuye a la efectivida­d de la política monetaria”, dijo Coeuré.

El banquero francés añadió que el análisis actual del BCE sobre los efectos secundario­s de los tipos de interés negativos –la penalizaci­ón del ahorro y el estrechami­ento de los márgenes bancarios, que enervan tanto a los alemanes– sugiere que “no hay ninguna razón para cambiar las indicacion­es que hemos dado al mercado”. El mensaje reiterado una y otra vez con Draghi es que no hay prisa y, por tanto, procederá a una retirada gradual y acomodatic­ia de los estímulos. Según el calendario oficial, no se prevén subidas de tipos hasta bien entrado el 2018, en el mejor de los casos.

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STAFF / REUTERS La bolsa alemana vivió ayer una jornada muy plácida

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