La Vanguardia

Olivia, Martyn, Kelly...

Madres que acompañaba­n a hijos, adolescent­es o jóvenes melómanos entre las 22 víctimas identifica­das de residen, con el rostro visiblemen­te desencajad­o.

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Su madre había emocionado al país con su búsqueda

Charlotte Campbell había emocionado con sus lágrimas al aparecer en televisión buscando a su hija. Olivia Campbell, de 15 años, fue al concierto con su mejor amigo, Adam, para celebrar el cumpleaños de él. No paraban de hablar de la cita y se habían comprado ropa para ese día. “No puedo encontrarl­a, he llamado a los hospitales, a todos los sitios, a los hoteles que dicen que han acogido a niños...” dijo la madre, desesperad­a, en un programa. Hasta que le confirmaro­n lo peor: Olivia estaba entre las 22 víctimas. En un último mensaje en las redes sociales, Charlotte se despedía así: “Descansa en paz mi preciosa niña, arrebatada tan pronto, ve a cantar con los ángeles y sigue sonriendo”. Olivia quería ser cantante y se había presentado incluso al programa Got

talent en Manchester.

“Sus brazos estaban rotos”

Kim Dick, de 54 años, se encontraba con su marido, Phil, en el vestíbulo del Arena, junto a su hija y su nieta. Entonces todo voló por los aires. Estaban buscando a su familia cuando vio una chica sangrando y no pudo dejarla: se quedó junto a ella hasta que llegaron los paramédico­s. “Su largo pelo rubio estaba consumido. Una bolsa de plástico se había fundido en su pelo. La sangre le brotaba de la boca. Phil dijo que buscaría a Sasha y Tamla y yo cuidaría de ella. La cogí y era como una marioneta. Sus ojos miraban fijamente arriba y sus bracitos estaban rotos”, contó. Dos horas después se reunió con su familia. La chica se recupera en el hospital.

Una héroe que cobijó a un grupo de fans en el camerino

Mientras las 20.000 personas intentaban salir del pabellón en que había actuado Ariana Grande, su madre, Joan Grande, cobijaba a un grupo de fans en los camerinos de su hija. Según publica el portal TMZ, Grande guió a un grupo de 10 niños y esperó con ellos hasta que pudieron salir del Manchester Arena. Ayer la cantante y su madre llegaron a Boca Raton (Florida), donhabía

Había hecho que internet se enamorase de su madre

Martyn Hett, de 29 años, había hecho que Twitter se volcase con su madre después de colgar una foto del puesto de la artesanía que había elaborado, donde no había vendido nada. Gracias a su intervenci­ón los internauta­s acudieron en masa a comprarle artículos, y ella quedó tan contenta que consiguió un libro para entender la red social. Martyn era fan de Eurovisión, de los ochenta y de las “las mujeres fuertes” como Mariah Carey, las Spice Girls o la misma Ariana Grande. Escribía sobre ellas en varios portales y hasta participad­o con su novio, Russell Hayward, en realities como

Come dine with me (que ganó) o Tattoo Fixers, donde maravilló al país con un tatuaje del culebrón Coronation Street. “Ni llamarte alma gemela te queda cerca. Vuelve a nosotros, Martyn, para que podamos volver a ver Corrie juntos”, escribió Russell, cuando esperaba hallarle con vida.

Murió haciendo de escudo a su sobrina

Tenía sólo 32 años y estaba lista para comenzar una familia con su novio, Ian Winslow, que ya tiene una hija de una relación anterior. Kelly Brewster, que estaba intentando quedarse embarazada, fue una de las víctimas. Protegió a su sobrina haciéndole de “escudo” al estallido. Hacía poco tiempo que la funcionari­a había pagado un depósito para comprarse una casa con su pareja.

Había acudido a recoger a los hijos de una amiga

Jane Tweddle-Taylor, de 51 años, fue la última víctima en ser identifica­da. Estaba esperando a los hijos de una amiga cuando estalló el artefacto de Salman Abedi. Su marido, que se encontraba en Londres, no la pudo localizar hasta que contactó con los hospitales. “Una de mis hijas me llamó para decirme que mamá estaba desapareci­da y había habido una explosión”, contó Taylor, con quien la recepcioni­sta de una escuela tenía tres hijas.

El sintecho que salvó a una niña recauda 42.000 euros

Su gesta heroica ha recorrido el mundo. Chris Parker, un sintecho de 33 años que solía pedir limosna en el vestíbulo del Arena durante los conciertos, decidió no irse corriendo durante la explosión. Entre otras cosas, utilizó una camiseta para envolver a una niña que había perdido las piernas. Su historia ha llegado a Michael Johns, quien ha abierto una campaña de micromecen­azgo para ayudar a Parker, y ayer ya había recaudado 37.000 libras (42.000 euros). Su gesta también ha servido para que lo encuentre su madre, Jessica, que no sabía donde estaba. “Estoy extremadam­ente orgullosa y realmente siento que necesito contactar con él”, dijo.

La madre de la niña que consolaba el policía

La pequeña Millie Kiss, una niña de 12 años, había ido a ver a Ariana Grande con su madre, Michelle, de 45 años. A Millie la atrapó la explosión pero se salvó, y una imagen suya siendo consolada por un policía emocionó a Inglaterra. Finalmente se supo que su madre no había sobrevivid­o a la bomba. Tenía otros dos hijos mayores, Dylan y Elliot. “Siempre estaba contenta. Era una de estas madres guays. Su puerta siempre estaba abierta”, dijo una amiga de su hijo.

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TWITTER Olivia Campbell, una joven amante de la música
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FACEBOOK Kelly Brewster, una de las víctimas, y su novio, Ian Winslow
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Martyn Hett, de 29 años
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Chris Parker, el héroe sintecho
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AFP Michelle Kiss, de 45 años

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