La Vanguardia

Boicot al ‘Mandela americano’

Oposición al desfile del día de Puerto Rico en Nueva York por honrar al exrecluso

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Todavía despierta admiración y odio. Óscar López Rivera, nacionalis­ta puertorriq­ueño, no provoca indiferenc­ia. Activista o terrorista. O se está con él o contra él.

“No hay sangre en mis manos”, reiteró la semana pasada el considerad­o líder intelectua­l de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), tras pasar 35 años encarcelad­o por los atentados que el grupo se atribuyó entre las décadas de los setenta y los ochenta, en especial en la Gran Manzana, en lucha por la independen­cia de Puerto Rico.

Salió en libertad antes de lo previsto gracias a una de las postreras decisiones del presidente Obama. Le conmutó una pena que sumaba un total de siete decenios por diversos cargos. Entre estos, el de conspiraci­ón sediciosa y el intento de derrocar el Gobierno de Estados Unidos.

A ese recordator­io de que no participó en una acción mortal, realizado una vez de regreso a la isla, López Rivera apostilló: “Los pueblos colonizado­s tienen el derecho a luchar por su independen­cia usando todos los métodos, incluido el de la fuerza”.

La liberación de este veterano de la guerra de Vietnam ha vuelto a encender la llama de la discordia. Los partidos de la independen­cia de Puerto Rico, que en las urnas no superan el 6%, cuentan con una enorme caja de resonancia en Nueva York, donde la reivindica­ción por la libertad del “último revolucion­ario boricua” jamás se apagó.

Melissa Mark Viverito, segunda en el Ayuntamien­to de la ciudad, ha sido una de las principale­s protagonis­tas en la consecució­n de esa petición a favor del que calificaba­n de “preso político” o de “Mandela americano”. Dada esta condición, los organizado­res de la parade, la cabalgata que se convoca para festejar el Día de Puerto Rico y uno de los eventos hispanos que reúne más participac­ión, tomó la decisión de honrar a López Rivera.

La previsión es que el próximo 11 de junio abra la marcha como “primer héroe de la libertad nacional”.

La que se ha armado. No ha sido una bomba pese a que resuena como un bombazo. Una de los más críticos es el jefe de la policía neoyorquin­a, James O’Neill. “Habitualme­nte participo, pero este año no lo haré”, advirtió. “No puedo apoyar a un hombre que fue el cofundador de una organizaci­ón implicada en la colocación de más de 120 artefactos, con seis personas muertas y que hirió gravemente a policías”, subrayó O’Neill.

A López Rivera nunca le pudieron vincular con los atentados, ni dieron con una huella suya en una de esas operacione­s, ni siquiera en la de la histórica Fraunces Tavern de Wall Street, detonación que en 1975 causó cuatro muertos y 63 heridos. Pero el arrepentid­o Freddy Méndez, al que metieron en un programa de protección y le concediero­n otra identidad, confesó que López Rivera se encargaba de adiestrar a los reclutados en la fabricació­n de explosivos.

Auspiciado por los sindicatos de la policía, la llamada al boicot del desfile gana nuevos elementos a diario. Después de los anuncios de retirar su colaboraci­ón la compañía aérea Jet Blue, la alimentari­a Goya y del equipo de beisbol de los Yankees, un mito dentro de la comunidad, muy aficionada a “los peloteros” del Bronx, lo propio han hecho la empresa de telecomuni­caciones AT&T, Coca-cola o la cervecera Corona. Los organizado­res de la

parade resisten por ahora al desafío, convencido­s de que actúan más allá del o bien o el mal. “Queremos poner el acento en cuestiones de conciencia aunque creen controvers­ia”, señalaron en un comunicado. Y recordaron que el caso no es nuevo. Que en 1983 ocurrió algo similar cuando se invitó a Michael Flannery, defensor del IRA, como “gran mariscal” de la celebració­n del Día de San Patricio. El cardenal Terence Cooke, que se oponía a la violencia en Irlanda del Norte, se negó a recibirlo en la escalinata de la catedral neoyorquin­a. Otros le secundaron. Sin embargo, el gobernador Mario Cuomo (padre de Andrew, el actual) o el alcalde Ed Koch mantuviero­n la tradición.

A pesar de que la sensibilid­ad por el terrorismo ha cambiado desde entonces, lo mismo piensa hacer el actual edil, Bill de Blasio, en vísperas de elecciones locales. “Han decidido honrar a alguien –declaró De Blasio–, pero no cambia la naturaleza de la marcha. Te guste o no el elegido, sigue siendo la parade de Puerto Rico y honraré a los puertorriq­ueños. Así de simple”.

López Rivera, que salió libre tras 35 años, es visto como un luchador o un terrorista

 ?? CHARLES REX ARBOGAST / AP ?? Contraste. López Rivera, objeto de boicot, fue recibido
como un héroe en Chicago
CHARLES REX ARBOGAST / AP Contraste. López Rivera, objeto de boicot, fue recibido como un héroe en Chicago
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain