American Park, 1907
En julio de 1907 se publicaba la noticia de signo publicitario sobre la inauguración de la Horchatería Valenciana, y precisaba que estaba enclavada al pie del American Park. Hacía unos días que había aparecido el anuncio de estas atracciones al aire libre. Y los anuncios se multiplicaron luego, aunque sin precisar con exactitud la dirección.
Se hallaban en los que habían sido los fastuosos jardines de can Gomis, así denominados al haber sido creados a finales del siglo XVIII por Francesc de Gomis i Alsina.
Ocupaban nada menos que unas cuarenta hectáreas enmarcadas entre los que hoy es la calle Císter, el Torrent de Penitents y el puente de Vallcarca; el viajero Francisco de Zamora ya escribió alabanzas sobre aquel conjunto.
La familia poseedora de aquella colosal finca, en la que en 1870 había sido instalada la Capitanía General, al sufrir Barcelona una epidemia de peste, aceptó que American Park alquilara un gran espacio para sus atracciones, con la intención de obtener así algún rendimiento de la finca.
El primer anuncio, publicado el 12 de junio del ya mencionado año 1907, resulta bien descriptivo para hacerse una idea de la oferta. La transcripción literal del texto mantiene el aroma de otro tiempo:
“En el sitio de recreo más fresco y agradable de Barcelona. Hoy por la noche, concierto por una renombrada banda que ejecutará varias sardanas, Maquina voladora, Montaña rusa y china, Tiro al blanco de pollo, pichón, conejo mecánico. Bar. Entrada gratis. Los miércoles día de moda”.
Por espacio de dos años menudearon anuncios parecidos. El último se publicó el 19 de septiembre de 1908. Era más bien una nota de sociedad, en la que informaba acerca del festejo de beneficencia allí organizado dentro del marco de la Fiesta Mayor del barrio. Amén de precisar lo divertido y concurrido que resultó, citaba los nombres que integraban la junta de damas parroquial que lo había dinamizado.
Y ya no aparecieron más informaciones ni anuncios sobre aquel centro lúdico. Sospecho que cerró poco después del verano de 1908. Y los jardines de Can Gomis fueron vendidos en 1930, lo que propició la urbanización de la zona.
Hasta entonces se había registrado el florecimiento de los parques de atracciones. Vale la pena cotejar el orden de aparición. Campos Elíseos (1853), Parque de Atracciones Tibidabo (1901), Saturno Park (1911), Gran Casino de l’Arrabassada (1911), Turó Park (1912) y Maricel Park (1930). Sólo he mencionado los que ofrecían el disfrute al aire libre, a diferencia, pongo por caso, de las Atraccions Apolo.
Importa señalar el uso extendido entonces del vocablo en inglés. En este caso se trataba de sugerir una moda foránea, que, al parecer, aportaba un plus de calidad y modernidad. Es la misma época en la que surge el Park Güell, que en este caso era un guiño al concepto de ciudad jardín.
FREDERIC BALLELL / IMAGEN CEDIDA POR EL ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA
Este parque lúdico se instaló en lo que habían sido los fastuosos jardines de Can Gomis