Irina Shayk reaparece en Cannes tras ser madre

Se la esperaba en Cannes y no defraudó. Irina Shayk hizo ayer una reaparición estelar en el famoso certamen de cine, dos meses después de dar a luz a Lea de Seine, su primera hija con el actor Bradley Cooper. La modelo rusa, que acudió al estreno de la película japonesa Hikari, iba vestida con un escotado diseño de una de sus marcas de confianza, un Atelier Versace drapeado, de color amarillo con bordados de cristal, que marcaba su silueta. Unas sandalias de pulsera amarillas en el mismo tono del vestido acompañaron su paso por la alfombra roja, que acaparó todas las miradas.

Shayk había permanecido escondida de las cámaras los últimos meses, desde que eligió otro acontecimiento de gran proyección internacional como el desfile de Victoria’s Secret para anunciar su embarazo; sin decir una palabra, sólo con su barriga redondeada medio oculta bajo una gabardina. Lejos de la exhibición que hace Beyoncé en las redes sociales, la modelo rusa optó por mantener el resto de su embarazo en el ámbito privado. La siguiente imagen que se vio de la modelo la colgó ella en Instagram, unas semanas después de tener a su hija: nada en su estilizada silueta, que mostró en biquini, hacía sospechar que acabara de ser madre.

Ahora, desde hace unos días, la imagen de la modelo ocupa las marquesinas de muchas ciudades con la campaña de ropa interior de la firma italiana Intimissimi. Pero en Cannes, Shayk hizo una exhibición de estilo en directo, sin sospechas de photoshop. Con un maquillaje suave elaborado por L’Oréal Paris, firma de la que es embajadora, y con la melena suelta, peinada con ondas, al estilo de las actrices clásicas de Hollywood.