Catalunya aspira a ser “Finlandia en salud pública”, según Comín
El Govern de la Generalitat presentó ayer con los máximos honores su nuevo plan intersectorial de salud pública para promover que todas las decisiones públicas, incluyendo las de todos sus conselleries, los ayuntamientos y entidades sociales relacionadas, tengan en cuenta objetivos de salud comunitaria. El nuevo Pinsap, –el primero lo hizo el equipo de Artur Mas y aún no se han evaluado sus resultados– es de momento una expresión de líneas maestras, como la lucha contra la obesidad, una mejor vejez o reducir desigualdades, que un plan de acciones concretas. Pero se anunció en medio de grandes elogios en el Palau de la Generalitat y con discursos del presidente Carles Puigdemont, del director de la Oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Barcelona, Tamás Evetovits, y del catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, Ildefonso Hernández.
“Podemos ser la Finlandia de la salud, es un sueño posible”, defendió el conseller de Salut Antoni Comín. Puigdemont hizo hincapié en lo que Catalunya es capaz de hacer “cuando somos soberanos” (salud pública es competencia exclusiva). Y el representante de la OMS llegó a decir que Catalunya “es un ejemplo de buenas prácticas en Europa que sirve de inspiración a otros muchos países”. Puigdemont insistió en la pequeñez demográfica de Catalunya dentro de Europa en contraste con las aportaciones relevantes que está haciendo “para mejorar el mundo”.
El plan será una suma de proyectos que coordinarán siete consejos (uno por cada territorio sanitario), en los que participan responsables de las distintas administraciones (autonómica y local) universidades, colegios profesionales, tercer sector, proveedores sanitarios y entidades sociales diversas. Y que deberán concretar y evaluar 23 comisiones técnicas.
Sin presupuesto. “Se harán voluntariamente, aunque su plasmación será algo que asumirá cada una de las administraciones encargadas de cada acción”, explicó el director de Salut Pública, Joan Guix.
A modo de ejemplo: en el objetivo prioritario de mejorar la calidad de vida en la vejez, quizá un grupo plantee revisar la duración de los semáforos o la cantidad de lavabos públicos accesibles en las rutas más frecuentadas por personas mayores, la existencia de rampas o la escasez de ascensores en las viviendas. O medidas sobre el tráfico para combatir los problemas derivados de la contaminación. “Porque el 80% de los determinantes en salud no dependen del sistema sanitario”, apostilla Joan Guix.
El plan de salud comunitaria implica a distintas administraciones, pero sin presupuesto