Kamiel Klaasse
‘You were never really here’ de Lynne Ramse cierra Cannes, que hoy hace público el palmarés
ARQUITECTO
El arquitecto holandès Kamiel Klaasse, del despacho NL Architects, es el ganador del premio Mies van der Rohe del 2017 por su tarea de rehabilitación en el DeFlat Kleiburg, un edificio de 500 apartamentos en Amsterdam.
Es como si Travis Bickle, el heroe/antihéroe de Taxi driver, hubiera vuelto para salvar a la misma adolescente descarriada, pero moviéndose esta vez, todavía más, en la fina línea que separa la realidad de la locura, la alucinación de la pesadilla.
You were never really here, que cerró ayer la sección competitiva, es un mal viaje. Una abrumadora, descompuesta, y excesiva propuesta con la que la escocesa Lynne Ramse vuelve a Cannes para romper todas las expectativas. Un filme que te enamora o te repele, o ambas cosas a la vez como a uno le pasa. De premio, quizá. Pero de poco público también. ¿Les he contado que su protagonista es Joaquín Phoenix?
You were never really here quiere romper –y rompe– las convenciones del género. O sea que es calculada y desestructurada, también a la vez. Cuenta la historia de un veterano de guerra (Phoenix), abrumado por recuerdos, que solventa sus asuntos con un martillo en la mano. Y así avanza el filme de la directora de Tenemos
que hablar de Kevin, a martillazos secos y dolorosos. ¿Les he contado que Joaquín Phoenix es el protagonista? Sí, sí, ya lo sé. Pero hay que añadir ademas que estamos ante un Phoenix desfondado, roto, aficionado a ahogarse con bolsas de plástico.
Un solventador de problemas que no arregla los suyos propios, su madre, sus fantasmas. La búsqueda de la adolescente Nina (Eketerina Samsonov), la hija de un político ambicioso. El mejunje dramático está servido, y Lynne Ramsay lo sirve de forma seca, aderezado con sangre y violencia. Un plato de una mala digestión que, en este Cannes de las medianías, ha causado impacto, y cuenta para premio, como cuenta Joaquín Phoenix como mejor actor.
Almodóvar anunciara esta noche, a eso de las ocho, el vencedor de esta competición sin favoritos claros. Aunque el mal rollo de Loveless (Sin amor) del ruso Andrei Zvyagintsev se impone como favorito. Por su parte, In the fade paga con el rechazo de buena parte de la crítica el valor de Fatih Akin de afrontar un thriller sobre terrorismo y madre vengativa. Los prejuicios la marcan. Pero su protagonista, Diane Kruger, se merece el premio de interpretación.
Con la adaptación de la novela de Delphine de Vigan, D’après
une historie vraie (Basado en hechos reales), Polanski también participa en este Cannes del 70 aniversario, aunque sea tan solo para mostrar esta trabajo sobre el proceso de creación. Protagoniza Emmanuelle Seignier, la mujer del director, y Eva Green. No esta en concurso. No cuenta.