Tarragona reduce las licencias y restringe los conciertos
Tarragona tiene en sus playas uno de sus principales reclamos turísticos. Desde el núcleo urbano, en la playa del Miracle, junto al puerto deportivo, hasta las playas naturales del bosque de la Marquesa, con parada casi obligada en la playa Llarga, con tres kilómetros de arena fina y un frágil sistema dunar. Un patrimonio natural y turístico que se convierte con el verano en un buen escenario para el negocio.
El Ayuntamiento ha decidido este año recortar el número de licencias para proteger justamente la playa Llarga, la más vulnerable. De los tres chiringuitos que había hasta ahora en una de las playas más concurridas de toda la Costa Daurada, esta temporada sólo se ha autorizado uno. “Es una cuestión técnica, medioambiental, de preservación”, destaca Josep Acero (PP), concejal de Dominio Público.
En las otras playas se ha autorizado el de la Móra, ya existente, y sólo uno de los dos chiringuitos del Miracle, porque el otro queda afectado por las obras, en pleno verano, de la nueva plataforma de acceso al Balcó del Mediterrani. No hay que olvidar, no obstante, que en la playa de l’Arrabassada hay tres chiringuitos más que abren todo el año, y en la Savinosa, uno, con concesiones de 15 años otorgadas en el 2015 tras un plan de renovación que permite a los establecimientos trabajar como restaurantes.
Si una cuestión es especialmente delicada en los siete chiringuitos abiertos en las playas de Tarragona es la música. La normativa municipal prohíbe la música en directo y autoriza sólo la ambiental, situación que molesta al sector. Ante las quejas, el Consistorio ha introducido este verano una excepción: los chiringuitos podrán solicitar “licencia de actividades musicales extraordinarias” como conciertos en San Juan, para la verbena, Sant Magí y Santa Tecla, en las fiestas mayores. Acero hace, no obstante, un llamamiento al “sentido común, porque música en directo sí puede haber, porque alguien tocando no molesta a nadie, pero no un disc-jockey con el chumba-chumba”.