Vitoria ordena el derribo del barrio okupa más grande de España
El Ayuntamiento corta la luz e insta a demoler Errekaleor, un proyecto de autogestión donde viven 150 personas desde el 2013
Una hilera de casas blancas aisladas destaca entre los campos que la rodean. Un mural con un inmenso Ongi Etorri –bienvenida– recibe a todos aquellos que entran en el barrio por la estrecha carretera que lo conecta con Vitoria. Errekaleor, el barrio okupa más grande de España y un símbolo para el movimiento de la autogestión, puede tener las horas contadas ya que el Ayuntamiento ha ordenado su derribo.
Errekaleor fue construido a finales de los cincuenta en pleno auge industrial de la capital alavesa. Situado en el sur de la ciudad, se edificaron dieciséis bloques de viviendas asequibles destinadas a los trabajadores atraídos por la oferta vitoriana. Ya en el año 2000, con el nuevo plan urbanístico impulsado desde el Ayuntamiento, se propuso el derribo del barrio y el realojo de sus habitantes en zonas colindantes, accediendo a un piso de protección oficial. La mayoría de los vecinos aceptaron la oferta pero un grupo de ellos se opuso.
En el 2010, 15 de las 192 familias habían aceptado el realojo. El barrio estaba cada vez más deteriorado, pero, sin embargo, su inminente demolición para la construcción de viviendas y un parque que ampliaba la zona de Salburua quedó paralizada por la crisis. Tres años después, en el 2013, diez estudiantes de la UPV (Universidad del País Vasco) ocuparon algunas viviendas tras acordar iniciar una experiencia de autogestión con los vecinos que aún quedaban en el barrio. Era un proyecto denominado Errekaleor Bizirik (Errekaleor vivo), que acusaba a la especulación urbanística del abandono del lugar y denunciaba a su vez las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda.
La ocupación pronto fue un éxito, y más de cien personas se instalaron en Errekaleor. Sus nuevos inquilinos, la mayoría universitarios, recuperaron las viviendas e iniciaron una intensa actividad de regeneración, poniendo en marcha huertos, cultivando campos de los alrededores, reabriendo la biblioteca, el frontón, una panadería y una guardería. También se trabajó en una intensa apuesta cultural, transformando la antigua iglesia en una zona de conciertos y representaciones y abriendo un cine.
La sociedad municipal Ensanche 21 aprobó en el 2014 el desahucio de las viviendas ocupadas, y un año después, los operarios de Iberdrola entraron en el barrio protegidos por la Ertzaintza para cortar la luz. Tras una reunión con el alcalde, Gorka Urtaran (PNV), este propuso a los okupas ser trasladados a unos pisos abandonados en la zona de Aretxabaleta a cambio de un alquiler social, algo a lo que se oponen.
Los acontecimientos se han acelerado la última semana. Miembros de Iberdrola volvieron el viernes pasado al barrio escoltados por la policía vasca para cortar el suministro eléctrico irregular, una acción que Industria justificó para “evitar accidentes”. La empresa dice que encontró contadores puenteados, fusibles de seguridad retirados y que faltaban tomas de tierra. “Si hubiese alguna desgracia, me mirarían a mí”, censuró esta semana Urtaran, en referencia a EH Bildu y Podemos, formaciones que reclaman que se permita de nuevo el suministro eléctrico en el barrio.
El Ayuntamiento ha dado ya la orden de iniciar el derribo de Errekaleor, una medida que se incluye dentro del proyecto de completar el Anillo Verde que rodea la ciudad y que recoge que los edificios sean sustituidos por huertas ecológicas, algo de lo que se duda desde la oposición. En Errekaleor no se resignan y ya han convocado el próximo sábado una manifestación en el centro de Vitoria para defender el barrio.
El plan para la zona prevé completar el Anillo Verde y sustituir los edificios por huertas ecológicas