Los empresarios lamentan el desencuentro
El mundo de los negocios teme que las posturas se enquisten
Desencanto, decepción, pesimismo. Los asistentes a la reunión del Cercle, después de la intervención de ayer del presidente Mariano Rajoy y la del pasado jueves del president Carles Puigdemont, no tuvieron más remedio que asumir que el conflicto entre Catalunya y España está lejos de encontrar una solución en el inmediato. Si las jornadas podían haber sido la ocasión para acercar las distintas posturas, quedó evidente que no fue así.
“Yo siempre he sido una optimista, pero ahora ya no lo soy. Me dio la impresión de que cada bando ha venido aquí marcando su territorio sin voluntad real de diálogo”, se quejaba ayer una de las asistentes de la reunión.
La intervención de Mariano Rajoy de alguna manera fue previsible y en línea con los discursos pronunciados en anteriores ocasiones. No obstante, el mundo del
Cercle tenía esta vez expectativas diferentes, ante las reiteradas peticiones de este foro de tender puentes.
En este sentido, un directivo se quejó de que las intervenciones de estos días de los exponentes políticos “estaban muy lejos de la realidad”, ya que gran parte del mundo económico catalán esperaba, de ambas partes, alguna propuesta concreta o avance que diera una respuesta a las tensiones políticas en Catalunya, que pueden acabar teniendo incidencia en los negocios.
“El tono de Rajoy me pareció más duro de lo habitual. Pero a muchos empresarios, sobre todo aquellos más próximos a las reivindicaciones del procés, les hubiera gustado oír alguna propuesta ilusionante y seductora. “Una vez más, no hubo ninguna”, resumía uno de los participantes, durante el refrigerio que tuvo lugar en el jardín con piscina del hotel Melià de Sitges.
“Yo he escuchado a Rajoy muchas veces este año”, recordó ayer tras la intervención un alto cargo diplomático europeo. “Él siempre hace el mismo discurso, presumiendo de sus buenos resultados en el terreno económico. Sin embargo, su estrategia con Catalunya, de dejar que el independentismo se cueza por sí solo a fuego lento, es un tanto arriesgada. No creo que vaya a ser tan sencillo”, afirmó.
De la misma manera, un ejecutivo de una firma catalana reconocía que “a nivel de gestión económica poco se le puede reprochar a Mariano Rajoy, pero tras el discurso parece que no tenga interés en solucionar la cuestión catalana. O, en todo caso, su partido dudo que le deje tomar iniciativas en este sentido”.
El presidente del Gobierno estuvo unos minutos charlando en el jardín soleado con un grupo reducido de asistentes. Luego se marchó.
“Me da la impresión de que cada uno ha venido aquí sólo para marcar su territorio”, dijo una asistente