De Etiopía al mundo
El teclista y acordeonista Hailu Mergia demuestra por qué es una joya del ethio-jazz
La versatilidad y amplitud cuantitativa de las músicas africanas van acordes con las dimensiones geográficas del continente. En el caso concreto de Etiopía, por ejemplo, su abanico de músicas de todo género es impresionante, y de entre ellas luce con luz propia la del jazz autóctono. Y dentro de ella, la del glorioso músico Hailu Mergia.
Una de las formaciones musicales estilísticamente más polifacéticas de Addis Abeba había sido durante decenios la Walias Band, una formación muy influida por las rítmicas de King Curtis, Junior Walker o Maceo Parker. Tras una excepcional gira a comienzos de los ochenta por Estados Unidos, varios de sus miembros decidieron quedarse en el país, entre ellos el teclista Hailu Mergia. Una de las primeras cosas que hizo musicalmente allí fue editar algunas casetes de música tradicional etíope tocadas con sintetizador, piano eléctrico y acordeón. El siguiente paso fue años después, a fines de los noventa, cuando la discográfica francesa Buda Records reeditó gran parte de los discos de la Walis Band en su aclamada serie Ethiopiques, donde brilló el magnífico álbum Tche Belew.
Desde entonces y hasta ahora, el nombre de Hailu Mergia ha devenido una verdadera leyenda del llamado ethio-jazz, donde combina las sonoridades de su vasto continente de origen con la rítmica básica del funk y la inmensa libertad que ofrece la improvisación jazzística. En su velada barcelonesa estará acompañado de bajo y batería.