Cruz asegura que seguirá al frente de British tras el caos
El fallo informático no se debió a los recortes, según la aerolínea
El presidente y consejero delegado de British Airways, Álex Cruz, aseguró ayer que no dimitirá tras el fallo informático global que el sábado causó la suspensión de sus vuelos y el caos en aeropuertos de todo el mundo y, de especialmente, en el londinense de Heathrow, su hub principal. En total se vieron afectados unos 75.000 viajeros en 170 terminales de 70 países, según las primeras estimaciones dadas a conocer por el propio directivo. En una entrevista en la BBC, descartó dejar su puesto, al que accedió en 2016 procedente de Vueling, y se centrará, en cambio, en averiguar “por qué no entró en funcionamiento el sistema de apoyo” del principal sistema operativo de la aerolínea del grupo IAG.
British Airways esperaba recuperar su operativa a lo largo de ayer. Por la tarde, se volvió a la normalidad” en el aeropuerto de Gatwick, al sur de Londres, y en Heathrow, al oeste, operaban todos los vuelos de larga distancia y un 90 % de las rutas cortas.
Cruz volvió a disculparse “profusamente” por el trastorno causado a los clientes –ya lo había hecho el sábado y el domingo– e insistió en que el fallo se debió a “una sobrecarga del sistema eléctrico”, al tiempo que negó que pueda derivarse de una reducción de costes. El sindicato GMB, con amplia presencia en la compañía, ha afirmado que el problema “podría haberse evitado” si la empresa no hubiera subcontratado en el 2016 unos 700 empleos del departamento de informática a India.
En otras declaraciones a Sky News, Cruz insistió en que “ninguna de las partes implicadas en este evento concreto han sido parte de ningún tipo de subcontratación a un país extranjero”. “Todo han sido asuntos locales en torno a un centro de datos local que ha sido arreglado y gestionado por recursos locales”, incidió el alto ejecutivo. “El sábado sobre las 9.30 (hora española) hubo una sobrecarga eléctrica que tuvo un efecto catastrófico sobre un hardware de comunicaciones, que eventualmente afectó a toda la mensajería en todos nuestros sistemas”, explicó a esta cadena. “Completaremos una investigación exhaustiva sobre las razones por las que esto ocurrió. Por supuesto, difundiremos las conclusiones una vez las tengamos”, aseguró. “No tenemos ninguna prueba en absoluto de que hubiera ningún tipo de ciberataque”, reiteró Cruz, que ya descartó el sábado esta posibilidad. El directivo también aseguró que el fallo no ha puesto en riesgo ninguna información relativa a los viajeros. El presidente de la aerolínea aseguró que “se hará lo que sea necesario para que esto no vuelva a suceder”.
La situación creada tuvo su reflejo en los mercados financieros. Ayer fue festivo en Estados Unidos y el Reino Unido, por lo que no hubo actividad en las bolsas de Nueva York y Londres. En el Ibex 35, IAG se apuntó un retroceso del 2,78% respecto al cierre del viernes y li- deró las caídas del selectivo español. A continuación se situó el sistema global de reservas de viajes Amadeus, que cedió un 2,69%, en gran medida contagiado por el mal comportamiento grupo angloespañol de aerolíneas, del que, además de British, forman parte Iberia, Vueling, Aer Lingus, Air Nostrum y la recién creada Level.
Las indemnizaciones a los pasajeros afectados por las cancelaciones y retrasos y el coste de los alejamientos y comidas que está obligada a facilitar podría ascender a 100 millones de libras (unos 115 millones de euros), según los cálculos de los analistas.
La matriz, IAG, cede un 2,78% en bolsa y Amadeus se ve afectada con un retroceso del 2,69%