Newton-John, con cáncer de nuevo
Tras superar un tumor de mama en 1992, la artista pa adece ahora metástasis en el sacro
Lo que parecía sólo una molesta ciática que le obligó a cancelar varias actuaciones a principios de mayo, ha resultado ser una recidiva (retorno) del cáncer de mama que ya padeció hace 25 años, con metástasis en el sacro, el pequeño hueso del final de la columna que transmite el peso del cuerpo a la cintura pélvica, de ahí el fuerte dolor lumbar que sufre desde hace unas semanas.
La cantante y actriz australiana –aunque nacida en Cambridge (Gran Bretaña)– Olivia NewtonJohn, de 68 años, vuelve a enfrentarse al cáncer, como ella misma ha reconocido abiertamente en un comunicado hecho público a través de Facebook, por lo que ha tenido que anular toda la gira de conciertos que durante este mes iba a ofrecer por Estados Unidos y Canadá.
En 1992, con 43 años, la protagonista de Grease se sobrepuso a un tumor en un seno tras ser sometida a quimioterapia y a una mastectomía parcial. Desde entonces se convirtió en un incansable defensora de la lucha contra el cáncer, prestando su imagen a un producto (Liv-Kit) para el autoexamen de mamas o financiando y dando su nombre a un centro hospitalario especializado en Melbourne, del que la cantante habla precisamente en su comunicado de ayer. “He decidido el tipo de terapias para mí después de consultar con los doctores y médicos naturistas del Centro de Investigación del Cáncer Olivia Newton-John”. El comunicado concreta que la artista “recibirá, además de terapias de bienestar naturales, un corto ciclo de radioterapia” y que ella “está confiada en que regresará a finales de año, mejor que nunca, para realizar sus conciertos”.
“Estoy muy orgullosa del centro hospitalario de mi ciudad, Melbourne, que lleva mi nombre. Esta-
La cantante y actriz australiana, de 68 años, confía en estar de nuevo en los escenarios a finales de año
mos haciendo cosas maravillosas en la investigación del cáncer. También tenemos allí en Australia un centro de bienestar, donde ayudamos a los pacientes a superarse con meditación, yoga, música, artes, masajes, acupuntura, todas esas cosas. Es muy importante para mí, algo que me apasiona”, afirmaba la cantante en la rueda de prensa que ofreció a finales de febrero en Viña del Mar, cuando fue una de las estrellas del famoso festival musical de la ciudad chilena. Entonces hizo hincapié en la necesidad de llevar una vida sana para combatir los malos momentos. “Además de comer saludable, hay que pensar de forma saludable”, afirmó.
La artista tendrá ahora que volver a potenciar lo más posible su pensamiento positivo, como ha tenido que hacer en más de una ocasión en los últimos años. Así, la muerte de su hermana Rona de un tumor cerebral en 2013 fue un duro golpe para ella. Como lo han sido también las múltiples adicciones de su única hija, Chloe, de 31 años, nacida de su matrimonio de 11 años, de 1984 a 1995, con el bailarín y actor Matt Lattanzi: tras sufrir bulimia y anorexia, sus problemas con las drogas la llevaron a rehabilitación y luego se aficionó a las operaciones estéticas, transformando su rostro repetidamente. Y ahora ella misma ha reconocido estar enganchada a las bebidas energéticas.
Y un duro golpe, o al menos un importante shock, debió de ser también para la artista el renacimiento del que fue su pareja durante nueve años, el fotógrafo Patrick McDermott: un programa de la NBC lo descubrió el año pasado viviendo de incógnito en la Riviera Maya (México), después de desaparecer en extrañas circunstancias durante una excursión en barco en el 2005 y ser dado oficialmente por muerto en el 2008. En fin, al menos desde ese año la artista está felizmente casada con el millonario John Easterling, presidente y fundador de la empresa Amazon Herb Company, con el que comparte el gusto por la vida sana y los remedios naturistas. “Él me hace la mujer más feliz del mundo”, ha dicho en más de una ocasión.