El coche en que murió lady Di estaba averiado
Tres periodistas franceses revelan nuevos datos del accidente
A punto de cumplirse veinte años de la muerte de lady Diana, se han conocido nuevas revelaciones sobre el accidente de coche en el que la princesa de Gales perdió la vida, el 31 de agosto de 1997, en el túnel del puente del Alma en París. La causa del siniestro, en el que también falleció su novio, Dodi al Fayed, fue la velocidad a la que circulaba –huyendo de los paparazzi– el chófer de la princesa, que además había bebido y había tomado antidepresivos, como ya era conocido. Pero, según los autores del libro Qui a tué lady
Di? (¿Quién mató a lady Di?), el Mercedes S280 que transportaba a la princesa estaba averiado.
Los autores del libro, que desde ayer se encuentra en las librerías francesas, son los periodistas de la revista Paris-Match Pascal Rostain, Bruno Mouron y JeanMichel Caradec’h, que han tenido acceso a las 8.000 páginas de la investigación judicial. Coinciden en descartar cualquier teoría de la conspiración, como ya hicieron la justicia francesa y una investigación judicial británica abierta en el 2004. Según relatan los periodistas, el vehículo, propiedad del Ritz parisino, donde se alojaban Diana y su compañero, había sufrido otro accidente tres años antes y tendría que estar fuera de uso, un elemento que supuestamente los investigadores policiales pasaron por alto.
Según los expertos y la aseguradora de Mercedes, el vehículo quedó en un estado irreparable y debía ser desguazado. “En ese accidente dio varias vueltas de campana y quedó deshecho. Después se obtuvo la autorización para rehacerlo”, explicó el martes Rostain a la radio RTL. “Ese coche era chatarra y nunca debería haber vuelto a circular”, añadió el periodista.
Basado en el citado libro, el canal M6 de la televisión francesa emitió el martes por la noche el documental Mort de Diana: l’incroyable révélation, en el que uno de los antiguos chóferes del Ritz parisino, Karim Kazi, da una versión parecida. Asegura que advirtió a sus jefes de que el coche debía ser apartado de la circulación. “A partir de 60 kilómetros por hora, era imposible controlarlo”, explicó Kazi.
Un exchófer del Ritz explica que pidió la retirada del Mercedes, que “era incontrolable a partir de 60 km/h”