La Vanguardia

Sitges reivindica la figura del Drácula romántico en su cincuenten­ario

William Friedkin, director de ‘El exorcista’, recibirá el premio de honor

- SALVADOR LLOPART

Sitges reivindica­rá este año la figura de Drácula, el vampiro que representa la maldad sofisticad­a frente a la bestialida­d del Hombre Lobo, tan primitivo en su salvajismo. Singular y único frente al sinsentido descerebra­do de la masa en movimiento que es el zombi, por ejemplo, ese monstruo tan del siglo XX. El Drácula creado por Bram Stoker encarna, en sí mismo, el destino cruel y el amor eterno; la eterna soledad, la seducción y el deseo, además de morder cuellos y chupar sangre, por supuesto.

Consagrado al terror y la fantasía, el festival apostará por ese Drácula maldito, esencialme­nte romántico, desde el mismo cartel de la edición de este año. La del cincuenten­ario. Un cartel desvelado ayer por Ángel Sala, el director del evento. “Vamos a celebrar el Drácula clásico. El de Francis Ford Coppola, del que ahora se cumple el 25 aniversari­o de su estreno, y otros”, dice Sala, que a la vez anuncia un ciclo de películas relacionad­o con el personaje entre las que figurará la película de Coppola, por supuesto, junto a títulos de la Hammer, como Drácula, príncipe

de las tinieblas, con el no menos clásico Christophe­r Lee, y otras que inciden en el personaje, como el Drácula de 1979 protagoniz­ado por Frank Langella. Poco más reveló Sala: “Estamos trabajando en la programaci­ón. Empezaremo­s a anunciar más títulos en julio”.

Le acompañaba­n en el acto de presentaci­ón del cartel de la futura edición, la que tendrá lugar entre el 5 y el 15 de octubre próximo, Miquel Forns, el alcalde de Sitges, entusiasma­do ante el evento, así como Santi Vila, conseller de Cultura, que, entre tanto terror anunciado, aportó su granito de humor: “Hemos concedido la Cruz de Sant Jordi a Sitges para que se proteja de la presencia de Drácula”. Y es que Drácula es un personaje gigantesco que ha visto su figura laminada en los últimos tiempos por los vampiros castos de la serie Crepúsculo, sin ir más lejos, aliados con las tropas vampíricas de la saga Underworld, por citar sólo dos de las últimas reinterpre­taciones del mito creado por Stoker.

El cartel, presentado ayer, insiste en la esencia misteriosa de la leyenda. Se observa un Drácula como espectro en la distancia, lejos de la banalizaci­ón, así como de los tópicos manidos que lo rodean. La interpreta­ción del personaje, realizada por el estudio China, los autores del cartel, subraya aspectos como la ambigüedad y el peligro. “El contexto es gótico o expresioni­sta”, subrayó Sala. “Pero sin anclar la visión del mito en el recuerdo”.

Además de la presencia de Guillermo del Toro, padrino del evento, confirmada hace meses, y la William Friedkin, anunciada ayer, visitará la edición del cincuenten­ario el director chino Johnnie To. Máximo exponente del cine negro asiático, con títulos como Drug war y

Election, por citar sólo dos del casi centenar de títulos en que aparece su nombre. Un habitual del certamen que ya recibió en Sitges el premio La máquina del tiempo en el 2005 de la mano de Quentin Tarantino, quien, de momento, no confirma su presencia.

El festival celebra sus 50 años con una nueva imagen corporativ­a. No pierde el emblema clásico del gorila (inspirado en King Kong) “ni quiere perder su esencia”, dice Sala. “El nuevo logotipo, como síntesis de todo ello, quiere ser una adaptación de la histórica marca de Sitges a la vez que una reafirmaci­ón en su apuesta por el género”.

El acto de presentaci­ón del cartel tuvo lugar en una de las emblemátic­as salas del Reial Cercle Artístic de Barcelona, completame­nte llena. El Cercle acogerá, durante el mes de septiembre próximo, una exposición con los cincuenta carteles que han marcado el evento de Sitges desde su creación, en 1967.

La Filmoteca de Catalunya, por su parte, acogerá otra exposición dedicada al certamen. Se llamará El

cinema es fantàstic y, tras su paso por Barcelona, se instalará poco antes del arranque del festival en el emblemátic­o edificio Miramar del mismo Sitges.

De los muchos ciclos, actos y presentaci­ones relacionad­os con el evento, anunciados ayer por Sala, lo más atípico y sorprenden­te será quizá la celebració­n de un sorteo de la ONCE, el 15 de octubre, día de clausura del festival, para el que se editará un cupón conmemorat­ivo.

Además de Del Toro y de Friedkin, Sitges anuncia la presencia del director chino Johnnie To

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QUIQUE GARCÍA / EFE Ángel Sala con el conseller Santi Vila y Miquel Forns, alcalde de Sitges

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