¿Quién cuida a nuestros escritores?
El Pla de Foment de la Lectura de la Generalitat empieza a originar iniciativas
El Pla de Foment de la Lectura impulsado por Santi Vi la, conseller de Cultura, ha empezado a propiciar debates e iniciativas para enriquecerlo. Los escritores, la parte menos representada, cuando son el primer factor que hace posible el libro, aportan su punto de vista.
“Cualquier fomento de la lectura es maravilloso”, elogia la iniciativa Valerie Miles, coeditora de la revista internacional Granta, que se edita en Barcelona, y colaboradora de The New York Times, “pero no hay que olvidar la parte fundamental, el autor, y tendemos a olvidar sus dificultades para trabajar en una época de grandes cambios”. “Es el más vulnerable –dice–, porque no está protegido por un colectivo y, en cambio, es su obra la que hace que todo lo demás exista. Hay que cambiar el paradigma de que todo es contable y mercantilizable y desarrollar programas que faciliten su trabajo de creación y disponga de tiempo”.
Gemma Lienas, escritora y diputada de Catalunya Sí que es Pot, presentó ayer en el Parlament una interpelación y una moción para pedir ayudas concretas al escritor. Lienas lamenta la deserción de la lectura de los niños. Entre otros motivos, porque no se fomenta la lectura como placer. “El centro aprovecha el dinero que habría de dedicar a la biblioteca escolar para comprar 25 libros del mismo título para el aula. Y hace lo mismo para cada nivel. Estos libros son del centro, es decir, un material puramente escolar, y a los ojos del alumnado quedan desvinculados del ocio y del placer”. Cada persona llega a la lectura por vías y motivaciones distintas, pero ayuda que el escritor y el acto de leer vuelvan a tener prestigio social y quienes leen o aspiran a ser escritores no sean vistos con desdén.
Aunque el problema es general en todo el mundo, el escritor en catalán padece más cortapisas de tipo económico. Valerie Miles cree que las becas de creación y las residencias de escritores son buenas medidas para dar tiempo y tranquilidad al creador. “La historia de la literatura norteamericana no se explicaría sin ello; Cheever y Carver no hubieran podido escribir su obra. Aquí tenemos Faber, en Olot”. Otras medidas: permitir que los escritores den cursos en las universidades como visiting professor. “¿Quién mejor para transmitir pasión lectora a los jóvenes que el propio autor?”, dice Miles. Hacer de la figura del escritor una aspiración prestigiosa, reformar las listas de lectura obligatoria, de confección opaca; alentar y formar a un profesorado capaz de transmitir entusiasmo lector, cuidar al escritor contemporáneo que no está aún amparado por el canon, fomentar las revistas literarias como primer lugar de encuentro...
La moción de Gemma Lienas, que será consensuada con otros grupos, propone varias medidas. Entre ellas: que se pague a los creadores cuando son requeridos como profesionales (jurados, lecturas...), comprobar en los exámenes de Magisterio que los aspirantes tienen hábito lector o crear un cheque cultura para libros destinado a familias con pocos recursos.
Gemma Lienas pide en una moción en el Parlament que se cree un cheque cultura para compra de libros